Florida, 8 mar.- La mujer cubana sigue siendo vencedora de imposibles, heroína en cada tarea y gesta memorable de una Revolución que la vio nacer como dueña de su destino y sujeto del cambio en aquella histórica Asamblea de Guáimaro, cuando Ana Betancourt levanto su voz para reclamar derechos.
La herencia de muchas otras como Mariana Grajales, la madre de los Maceos; Haidée Santamaría y Melba Hernández, las heroínas del Moncada; y de Vilma Espín y Celia Sánchez, protagonistas de la guerra definitiva junto a Fidel en la Sierra Maestra, continua viva y victoriosa en el actuar de las féminas de esta tierra rebelde.
Pletóricas de virtudes, dueñas de su destino y dispuestas a ocupar su espacio en una sociedad que le abrió puertas y miles de oportunidades, luego del triunfo del 1ro de Enero de 1959, las féminas cubanas conquistaron la universidad, llegaron a todos los sectores de la economía y ocupan puestos de dirección y liderazgo en todos los niveles de la administración y el gobierno.
En Florida tal realidad se comprueba con creces, cuando sabemos que en sectores tan sensibles y necesarios como la Salud Pública y el Agropecuario, las mujeres son protagonistas en cada una de las misiones, desde la enfermera, la doctora, la tecnóloga o la científica, hasta la campesina de una finca, la dirigente de base o la principal dirigente de la organización a nivel provincial…
Sin duda alguna el homenaje a la mujer floridana y cubana en general es motivo de orgullo en cada fecha, sobre todo en este marzo cuando las manos se llenan de flores para enaltecer su belleza, su obra y su espíritu de resistencia y de victoria.