Florida, 28 feb.- “El viejo guapo, el de buena cepa”, así calificó el Generalísimo Máximo Gómez a Salvador Cisneros Betancourt, el marqués de Santa Lucía, patriota camagüeyano nacido en febrero de 1828 en el seno de una familia de abolengo, cuya actitud patriótica lo convierte en uno de los más fervientes anticolonialistas de su tiempo.
Salvador Cisneros Betancourt integra el reducido grupo de organizadores de la lucha independentista en Camagüey, su firme decisión de no permitir que los españoles concentraran todo el poderío contra los patriotas orientales determinó el alzamiento de los camagüeyanos el 4 de noviembre de 1868 en Las Clavellinas.
Participó en la Asamblea de Guáimaro y es representante a la cámara, hasta la destitución de Carlos Manuel de Céspedes, cuando asume la presidencia de la República de Cuba en Armas, a la que se ve obligado a renunciar ante la presión de los amotinados en Laguna de Varona, pero como revolucionario cabal manifestó su oposición al Pacto del Zanjón.
Tras 17 años de exilio durante el período de Tregua Fecunda y en respuesta al llamado de José Martí, Cisneros Betancourt se incorpora a la Guerra del 95 al frente de un grupo de jóvenes camagüeyanos, y al constituirse la Asamblea de Jimaguayú, es elegido, una vez más, presidente del gobierno mambí, cargo que ejerció hasta octubre de 1897.
Después de la constitución de La Yaya el marqués queda en el campo insurrecto como un mambí más y exige una ubicación donde servir a la Patria; ya tiene 70 años y no piensa abandonar el monte, por lo que con su escolta de siete hombres y un pequeño grupo de ayudantes sostuvo varios encuentros con el enemigo y se ocupó, asimismo, de tener al corriente las comunicaciones con las ciudades de Camagüey, Nuevitas y Santa Cruz del Sur, proveyendo al gobierno y al ejército, en lo posible, de medicinas y accesorios.
Finalizada la guerra libertaria, el camagüeyano Salvador Cisneros Betancourt se opuso a la anexión a Estados Unidos y denunció, con toda su energía, los verdaderos intereses del vecino del Norte con relación a Cuba, al exponer su voto particular contra La Enmienda Platt, documento que propuso a sus compañeros rechazar de manera total, pues con él “Cuba no tendrá soberanía, ni Independencia absoluta, ni será República”.
Salvador Cisneros Betancourt, el marqués rico que luchó por la independencia de Cuba y participó en la redacción de cuatro constituciones cubanas, murió en La Habana el 28 de febrero de 1914, hace ya 110 años.
