La Habana, 19 feb.- “Ante el intento de dos compañías estadounidenses de suministrar oxígeno medicinal a Cuba, quedó demostrada la exigencia de una licencia específica del gobierno norteamericano, aún en tiempos de pandemia”, denunció Cuba en 2023.
- Por: Osvaldo Rodríguez Martínez
El texto forma parte de la resolución “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, aprobado en noviembre pasado en la Asamblea General de la ONU por 187 países a favor, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y la abstención de Ucrania.
“Cuba dispone, además, de evidencia de las maniobras de agencias del gobierno de los Estados Unidos para impedir la venta a nuestro país de oxígeno medicinal por compañías extranjeras de dos países latinoamericanos”, recalcó el documento.
Sin admitir o rechazar esa denuncia cubana, en la propia sesión el representante del país norteño ante la ONU reconoció “los desafíos que enfrenta el pueblo cubano” y explicó que en ese sentido “las sanciones incluyen exenciones con respeto a importaciones de alimentos, medicinas y otros bienes humanitarios a Cuba”.
En julio de ese propio año, la Embajada de Estados Unidos en la nación antillana aseguró en la red social X que “¡Sí se pueden importar medicamentos a Cuba desde EE. UU.!” y que su país aprobó “casi 900 millones de dólares en exportaciones médicas a Cuba” en 2023 y remitió al lector a su Hoja Informativa Humanitaria Estados Unidos-Cuba.
El documento de referencia es tácito en consignar que las excepciones están referidas a personas u organizaciones humanitarias “reconocidas”, aunque otorgamos el beneficio de la duda que en la madeja de artículos e incisos haya alguna coyuntura técnica de que un proveedor pueda gestionar una licencia comercial mediante el complejo sistema burocrático.
Pero además del reclamo de Cuba sobre el bloqueo de adquisición de oxígeno en plena emergencia de la pandemia de Covid 19, en abril de 2020 denunció también la prohibición de adquirir respiradores artificiales porque las dos empresas suministradoras europeas fueron compradas por la entidad estadounidense Vyaire Medical Inc., con sede en Illinois.
Pocos días antes una donación de suministros médicos para combatir la Covid-19 realizada por la fundación china Alibaba no llegó a Cuba porque a última hora la empresa estadounidense contratada para transportarla se negó arguyendo que las regulaciones del bloqueo se lo impedían.
Aún está en el recuerdo de los televidentes cubanos una desgarradora crónica que difundió los ruegos de una niña de 14 años al entonces presidente de Estados Unidos, porque el medicamento que la podría salvar estaba bloqueado para ella por el gobierno de aquella nación: el propio canal informó después que falleció antes de cumplir los 15.
En noviembre del 2021 el canciller cubano Bruno Rodríguez, desmintió que el Gobierno de Estados Unidos ofreciera ayuda humanitaria al país caribeño ante la Covid-19, incluso durante los momentos difíciles por la falta de oxígeno medicinal, y se refirió a una propaganda de la negativa de su país a recibir un millón de dosis de una vacuna contra esa enfermedad.
Reconoció que, por aquellos días de 2021, cuando Cuba estaba concluyendo la inmunización con vacunas propias, el Departamento de Estado propuso el envío de un millón de dosis de sus inmunógenos bajo la obligación de usarlos como estudio clínico, además de rechazar la responsabilidad legal por reacciones adversas.
Como respuesta, el diplomático aseguró que de manera respetuosa “hemos ofrecido que utilice esa donación y otra de Cuba para inmunizar algún país altamente necesitado de ella, incluso con la participación de personal de salud de ambos países”.
Esta semana, la saga agregó otra de tales historias, en este caso a través de blogs acusados por Cuba de hacer campañas en su contra, los cuales circularon la información de un supuesto permiso de Estados Unidos para que la isla caribeña comprara en aquel mercado ocho mil millones de dólares en suministros médicos en el presente año, pero el desmentido oficial del Ministerio de Salud cubano los dejó descolocados y sin contrarréplica.
Tomado de Prensa Latina