Florida, 18 feb.- Celebrar el Día del Instructor de Arte el 18 de febrero es, a no dudarlo, un homenaje a los miles de hombres y mujeres que, inspirado en el ejemplo de Olga Alonso González, dedican pasión y esfuerzo a la creación de unidades teatrales, danzarías, musicales y de otras manifestaciones, y fomentar en niños, adolescentes y jóvenes, la apreciación de las mejores creaciones artísticas.
Nacida el 18 de febrero de 1945, tras el triunfo revolucionario Olga Alonso se incorpora a la recién creada Asociación de Jóvenes Rebeldes, ingresó también, a la Federación de Mujeres Cubanas, así como a los Comités de Defensa de la Revolución; y participó en la primera zafra del pueblo, al tiempo que continua sus estudios en la escuela de Comercio.
En 1961 ingresó en la Escuela Nacional de Instructores de Arte en la especialidad de Teatro, centro del que egresó en septiembre de 1963 con excelentes resultados, pues se formó también como intérprete de danza moderna y mostró una gran pasión por la literatura, lo que le permitió desarrollar una brillante labor en la enseñanza artística.
Ejerció como instructora de teatro en Fomento, Villa Clara, donde creó grupos de aficionados integrados por niños y adultos, pero además fomentó campañas de buen hablar entre los campesinos, propició la creación de los Consejos Populares de Cultura, fue maestra en las aulas de seguimiento, impulsó a los jóvenes con mayores posibilidades a ser monitores para extender las ramas del Arte y fundó bibliotecas.
La muerte prematura en cumplimiento del deber truncó la vida de la muchacha de 19 años que con inmensa pasión respondió al llamado del líder histórico de la Revolución cubana, quien convocó a los jóvenes para que se incorporaran a la tarea de enseñar el arte en las granjas y cooperativas de todo el país.
