Florida, 28 ene.- El José Martí al que rendimos homenaje especial en estos días, en el aniversario 171 de su natalicio, es preciso retomarlo, enaltecerlo y consolidarlo como faro de luz para la defensa de la integridad, la independencia y la prosperidad de la nación cubana en la actual coyuntura.
En la defensa de la soberanía cubana contra la voracidad y el odio del enemigo imperialista nada mejor que anteponer las palabras del Apóstol cuando nos advirtió: “Patria es comunidad de intereses, unidad de tradiciones, unidad de fines, fusión dulcísima y consoladora de amores y esperanzas (…) En esta suprema hora seamos dignos de la obligación que la Patria hecha sobre nosotros”.
Hoy, que desde los Estados Unidos y tantos otros lugares del planeta se acrecienta la guerra económica, mediática y comunicacional contra Cuba, y cuando ciertos compatriotas de adentro y de allende los mares dicen defender nuestra libertad, agazapados en la mentira y respaldados por el dinero mercenario, multipliquemos nosotros la certeza martiana para estos casos al decir:
“Solo son amigos de la Patria los que saben deponer ante ella sus iras y sus tentaciones (…) A la Patria no se le ha de servir por el beneficio que se pueda sacar de ella, sea gloria o cualquier otro interés, sino por el placer desinteresado de serle útil”.
Para los traidores y para los que ceden ante las presiones; para los que se avergüenzan de ser revolucionarios y comunistas o denigran de tal condición; y para quienes promueven la rendición frente al enemigo que nos trata de aplastar y doblegar, el Cubano Mayor dejo frases lapidarias:
“No hay hombres más dignos de respeto que los que no se avergüenzan de haber defendido a la Patria con honor, ni sujetos más despreciables que quienes se valen de convulsiones públicas para servir, como coqueta, su fama personal, o adelantar, como jugadores, su interés privado (…) El patriotismo se detiene allí, dónde para salvar a la Patria es necesario deshonrarla (…) El decoro, sobre todo, que vale más que la hacienda”.
Así pensaba y actuaba José Martí, e igualmente debemos pensar y actuar nosotros en esta hora gloriosa de peligros y esperanzas por grandes que sean las dificultades, convencidos todos, de la certeza del Apóstol cuando concluyó en que “No hay más patria que aquella que se conquista con esfuerzo propio”.
Gloria eterna a José Martí, en el aniversario 171 de su natalicio, para orgullo y honor del pueblo cubano.
