Florida, 10 dic.- «Aun cuando transitamos por caminos difíciles en el plano económico y algunos se pierden por el rumbo de la ambición y el individualismo, la rudeza de estos tiempos no hará jamás que la mayoría de los campesinos olviden su estirpe solidaria y el eterno compromiso con la sociedad que los empoderó».
Así lo confirmó en Florida un veterano agricultor plantado a la vera del surco, cuando en su finca de cultivos varios le preguntamos por esa loable costumbre de los agrarios de donar alimentos, de forma voluntaria, a las instituciones de salud y a los centros dónde se atiende a personas en situación de vulnerabilidad.
La mirada de aquel hombre, curtido por el tiempo y con tantas madrugadas en los párpados, brilló como un sol cuando habló de litros de leche, gallinas y viandas llevadas por él mismo a muchos de esos lugares, o aportados en la comunidad para un bebé con bajo peso o cualquier otro vecino en una situación coyuntural compleja.
Y es que el guajiro de esta historia es de esos de los que se sienten dueños de la tierra entregada por la Revolución, pero sin olvidarse nunca que la educación, la Salud Pública y tantas conquistas del socialismo también son beneficios dispuestos para ellos y para sus familias sin costo alguno, y es deber de todos contribuir a defenderlas y preservarlas.
Por esta y por tantas razones más, compartir el fruto del esfuerzo diario con la embarazada que permanecen en el Hogar Materno y con el enfermo ingresado en el hospital; con el anciano de la Casa del Abuelo y con el estudiante de la escuela especial, o con los infantes y adolescentes protegidos en el hogar de niños sin amparo familiar se convierte en motivo de orgullo y regocijo para el 99,9 por ciento de los campesinos y agropecuarios del municipio de Florida.
En esta demarcación se suman por miles las toneladas de viandas, frutas, hortalizas y carnes donadas por los campesinos durante años como apoyo a la dieta de los sitios antes mencionados, pero esa voluntad no puede ni debe desmayar en este minuto, cuando la Patria y el pueblo demandan de ellos las mayores cuotas de sacrificio, compromiso, desprendimiento, solidaridad y humanismo.