Florida, 21 nov.- Aún cuando hasta la fecha el municipio de Florida decrece en el número de embarazos adolescentes, si se compara con igual etapa del calendario anterior, resulta imprescindible mantener la vigilancia contra ese fenómeno cargado de riesgos para la futura mamá, amenazas para el feto y consecuencias para el recién nacido.
De acuerdo con cifras de la Dirección municipal de Salud en lo que va de año se identificaron aquí más de 80 embarazadas con edades por debajo de los 20 años, una cifra por encima de la media aceptada para estos casos.
En consecuencia, especialistas y conductores principales del Programa Materno Infantil (PAMI) de Florida volvieron su mirada hacia las familias, la escuela y las comunidades como aliados imprescindibles para poner coto al fenómeno de la gestación en las edades más tempranas de la vida.
Como se ha alertado por distintas vías, el embarazo en la adolescencia puede acarrear peligros de salud y desencantos como la hipertensión, la endometritis, el parto prematuro, el bajo peso al nacer, las infecciones prenatales, las complicaciones y la mortalidad materna o neonatal.
Entre los factores que pueden conducir a la gestación adolescente sobresalen el inicio precoz de las relaciones sexuales, bajo nivel escolar, maduración temprana del sistema reproductor femenino, abandono familiar y deficiente educación sexual y reproductiva, entre otros.