Siempre que toco represento a mi país, violinista cubana en Nicaragua (+Fotos)

Siempre que toco represento a mi país, violinista cubana en Nicaragua

Managua, 13 nov.- Yanisbel Castellanos es una violinista cubana amante de la música de cámara y clásica, que desde hace casi nueve años vive en Nicaragua, donde hoy representa con pasión y orgullo la cultura del país caribeño.

  • Por: Yosbel Bullaín

Oriunda de la provincia de Camagüey, la artista es graduada del conservatorio José White y aunque siempre quiso ser pianista, el violín devino el instrumento ideal para cumplir el sueño de su abuela de tocar en la orquesta de la Camerata Romeu, bajo la dirección de la maestra Zenaida Castro Romeu.

Formé parte cinco años de la Camerata antes de venir acá y gracias a eso mi formación como músico de Orquesta fue más completa, tengo mucho que agradecerle porque llegar a ser parte de esa agrupación de solo mujeres que tocan de memoria, para mi tiene un valor importante, recordó en diálogo con Prensa Latina.

Desde su llegada aquí en el 2015 por invitación del director del Teatro Nacional Rubén Darío y de la Camerata Bach, Ramón Rodríguez, la artista camagüeyana mantiene viva sus raíces y ha transmitido sus conocimientos musicales a los integrantes de la orquesta sinfónica juvenil de Nicaragua.

“Eso fue uno de los retos que tuve al llegar aquí, fue algo que floreció de a poco, o sea, nunca tuve muchos problemas porque siempre me he sentido muy querida, muy acogida; dejé mis semillitas sembradas ahí estudiando el instrumento”, comentó.

Alegre, sencilla, con una sonrisa amplia, Castellanos lleva más de 20 años haciendo tocar su violín y es una fiel defensora de la cultura cubana, algo que también trata de inculcarle a sus alumnos.

Para la violinista antillana no importan los años que pasen lejos de la tierra que la vio nacer, porque tiene claro su identidad y “nunca se debe perder la esencia”.

“Nunca dejo mi cubita, no, para nada, extraño todos los días poder estar en mi casita con mi familia, uno no puede dejar de ser lo que es, aunque emigre, aunque cambien las circunstancias”, subrayó Yanisbel.

En ese sentido, destacó la importancia de mantener el acercamiento entre la emigración y su patria, pues siempre deberá existir un puente porque “somos cubanos y no podemos olvidar ese significado”.

“No importa donde estemos, el hecho de no estar físicamente en Cuba no significa que no estás allí porque culturalmente el acercamiento siempre está presente de manera obligatoria, creo que se trata de formar parte de la isla, yo soy un pedacito de ese archipiélago”, resaltó.

Su vida en esta nación centroamericana transcurre entre ensayos, clases y conciertos y confesó que siempre que sale del escenario lo hace en temblores, aunque no lo parezca, porque en cada presentación siente la responsabilidad de estar representando a Cuba y no puede fallar.

A decir de la artista, quien integra desde hace varios años la Camerata Bach, considerada aquí como la orquesta de cámara más importante del país, el Teatro Nacional Rubén Darío es el mejor lugar en el que ella puede estar en Nicaragua.

Calificó de única la experiencia junto a la Camerata Bach y a la orquesta sinfónica juvenil bajo la dirección del maestro, Ramón Rodríguez.

“El país musicalmente ha crecido muchísimo, formamos parte del proyecto de orquestas sinfónicas estudiantiles que tiene sus seis años y el teatro nacional siempre se ha prestado para todo lo que es avanzar en cuanto a la cultura nacional”, expresó.

Este domingo el salón de los cristales de la referida institución cultural se vistió de gala y la violinista de la isla fue la protagonista de un homenaje musical.

Tomado de Prensa Latina

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