Florida, 9 nov.- Vivir en armonía con la naturaleza es un deber de la humanidad para conservar las condiciones esenciales de vida en el planeta Tierra, lo que implica evitar la contaminación ambiental y proteger los ecosistemas, además de racionalizar el empleo de los recursos naturales con prácticas sostenibles que nos permitan preservar el hábitat y satisfacer la necesidad básica de la alimentación.
Para materializarlo en la práctica productiva agropecuaria se demanda implementar más los conocimientos científicos sobre el uso y aprovechamiento de los suelos, la atención a los cultivos, y el manejo de la masa ganadera para mejorar los rendimientos y aumentar las cosechas.