Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional, encargo inaplazable del municipio de Florida

Florida, 14 ago.- Los planes, proyectos y Programas de Soberanía Alimentaria y Seguridad Nutricional propuestas a lograr en cada municipio y comunidades del país tienen que salir de las oficinas, informes y asambleas para concretarse en el surco, en las vaquerías, en los patios y parcelas dónde existe realmente la posibilidad de producir las cantidades de alimentos que demanda la gente.

En Florida, por ejemplo, tal convocatoria es posible cuando conocemos la existencia de miles de hectáreas de terreno fértil en condiciones de recibir brazos y voluntades con el objetivo de alistarlos y plantar las semillas necesarias para la obtención de granos que sustituyan importaciones y estabilicen la dieta del cubano común; viandas de ciclo corto y de largo plazo; vegetales y verduras que aporten vitaminas y nutrientes, y frutas cubanas, imprescindibles, pero demasiado caras en este momento para la confección de jugos y refrescos en la etapa veraniega.

Para hablar de éxito en los cronogramas de avance rumbo a la Soberanía Alimentaria en Florida es preciso, primero, lograr un orden mayor en la agricultura: fortalecer el control y el vínculo con los productores, transparentar al máximo la entrega de tierras ociosas, eliminar las trabas burocráticas en los procesos, recuperar fuerza técnica y profesional, desterrar el triunfalismo y poner la inteligencia individual y colectiva al servicio del crecimiento agropecuario, sin despreciar el uso de la agroecología y la ciencia para incrementar la producción.

No miento si digo que Seguridad y Soberanía Alimentaria demandan aquí aprovechar, de manera eficiente, los pocos recursos que llegan para impulsarla, con la mirada acuciante, la investigación fiscal, la sustitución a tiempo y la condena oportuna y pública para aquellos que los emplean de manera equivocada, desvían sus destinos y lucran con ellos de forma descarada y no pocas veces frente a la vista pasiva de los trabajadores y de las autoridades encargadas de ponerles freno.

La garantía de renglones alimenticios para la mesa de la familia floridana precisa reforzar el movimiento de siembra popular, a partir de la motivación, la capacitación y hasta la emulación entre las comunidades.

Tal objetivo convoca a preparar la tierra y sembrar en el momento oportuno, estudiar y enriquecer los suelos, potenciar la obtención y la reserva de semillas de calidad, mejorar la contratación, arrebatar la comercialización de manos de los intermediarios y conducirla por el rumbo de la legalidad, y ponerle freno a los precios abusivos y especulativos que impactan de forma negativa en el balance nutricional del pueblo trabajador.

Potenciar la cría de peces donde sea posible; forjar encadenamientos agroindustriales serios y mutuamente beneficiosos; prestar atención al mejoramiento genético y la natalidad en la ganadería y ponerle freno a la falta de respeto en que se han convertido el hurto y sacrificio de ganado mayor forman parte del cimiento sobre el cual debe levantarse la garantía de más comida en esta comarca.

Pudiéramos decir otras muchas verdades en este rosario de amenazas, debilidades, fortalezas y oportunidades de Florida en el camino de la implementación de la Ley 148 de Soberanía Alimentaria y Seguridad Nutricional, pero confiaremos, una vez más, en la capacidad de acción y conducción del Gobierno y todos los actores con el deber supremo de caminar en la vanguardia y arrastrar a las demás instituciones y el pueblo mismo en ese encargo inaplazable del municipio y el país.

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Acerca de Pedro Pablo Sáez Herrera

Licenciado en estudios Socioculturales de la Universidad de Camagüey. Diplomado en Periodismo. Labora como periodista en Radio Florida atendiendo sectores como Salud Pública, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, Trabajo y Seguridad Social, entre otros. Contactos: Twitter: @SanPPZeta Facebook: Pedro Pablo Sáez

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