Florida, 1ro ago.- La Defensa Civil cubana tiene el sello humanista de la Revolución, y trabaja por materializar el empeño de no dejar a nadie desamparado ante cualquier situación de peligro o vulnerabilidad.
La historia de la Defensa Civil cubana está signada por el compromiso social, la valentía y la solidaridad de mujeres y hombres que acudieron al llamado de la Patria cuando se les necesitó para reducir riesgos de desastres y salvar vidas humanas.
Bajo intensas lluvias y fuertes vientos, en medio de inundaciones y tormentas eléctricas, cubanas y cubanos han marchado con humanismo y altruismo a evacuar a personas que enfrentan peligro y a proteger los bienes de la economía de la nación.
En todos estos años el pueblo cubano ha sido testigo y beneficiario de cómo, pese a las limitaciones económicas del país, la dirección del Estado no escatima, ni titubea, en movilizar los recursos y las fuerzas disponibles para garantizar el cumplimiento de las misiones de la Defensa Civil y salvaguardar la vida humana frente a la ocurrencia de desastres naturales o tecnológicos.
Los tiempos actuales demandan nuevos desafíos en materia de reducción de riesgos, debido a los efectos del cambio climático que provocan fenómenos naturales cada vez más intensos y la compleja situación económica actual que limita el acceso a tecnologías y recursos para el desarrollo de acciones preventivas con mayor sistematicidad.
De igual forma, el bloqueo estadounidense contra Cuba limita la capacidad de este pueblo para resguardarse y alcanzar un mayor bienestar, pero, pese a esas limitaciones, mucho más podemos lograr en materia preventiva si desde el barrio las mayorías llegan a comprender la importancia de mantener dragadas y limpias las zanjas y los canales, por solo citar un ejemplo.
En el sistema de la Defensa Civil cubana se deben contextualizar de forma permanente los planes de reducción de riesgos, optimizar el funcionamiento de los sistemas de alerta temprana a nivel de territorio y alcanzar la mayor eficiencia posible en cada tarea preventiva, de protección o de rescate y salvamento.
Esta fuerza podrá fortalecerse en la medida en que se logre capacitar a un mayor número de personas dispuestas a portar las banderas del compromiso social y la solidaridad de la Revolución, para salvaguardar la vida humana y proteger los bienes de la economía del país frente a cualquier situación de desastre.
