Marcos Alberto Blasquez Allen, 45 años vinculado a la docencia

Florida, 19 dic.- Marcos Alberto Blasquez Allen nació con el llamado a enseñar. Aquel joven que en 1976 se sumó al Destacamento Pedagógico, entendió que su aula sería el mundo.

Asignado al centro escolar Orlando Ramírez en Sierra de Cubitas, su labor pronto trascendió la pizarra con la formación estudiantes a través del ejemplo.

Tras graduarse, su camino tomó un giro definitorio en 1983, cuando detectó una urgencia del momento: la necesidad de maestros de computación. Sin dudarlo, solicitó su formación, y se especializó aplicando los  nuevos conocimientos en el  preuniversitario Ángel Gutiérrez Núñez.

Su carrera fue un ir y venir por las aulas de la provincia hasta su regreso al Preuniversitario  Mario Muñoz de Florida.

Su incansable trayectoria encontró un símbolo tangible en la escuela Rodolfo Ramírez Esquivel, donde le fue otorgada la distinción Por la Educación Cubana.

Tras 45 años de servicio, en 2023, Marcos solicitó su jubilación, pero la ausencia a las aulas no duró mucho, pues en septiembre de ese mismo año se reincorpora, esta vez en la escuela primaria Leonor Pérez Cabrera.

La historia de Marcos Alberto Blázquez Allen es el testimonio de una vida dedicada a sembrar, un hombre para quien la enseñanza es un verbo en presente continuo.

Con cada nueva clase en la primaria, escribe con tiza y ejemplo, un epílogo que confirma su propia verdad: la vocación nunca termina.

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