La Habana, 19 jun.- El término temporada ciclónica, que actualmente empleamos en Cuba, comenzó a hacerse más conocido a partir de 1965, cuando surgió el Instituto de Meteorología, opina un experto cubano en la materia.
Su primer director, Mario Rodríguez Ramírez, redactó una cronología de ciclones tropicales y elaboró una hipótesis orientada a pronosticar sus movimientos, recuerda el profesor Luis Enrique Ramos Guadalupe, coordinador de la Comisión de Historia, de la Sociedad Meteorológíca de Cuba.
Sin embargo, hace unos años el fenómeno como tal experimentó una redefinición y lo extendieron internacionalmente desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre, establecida a partir de los estudios de base estadística, apunta en un comentario exclusivo para a Agencia Cubana de Noticias.
Aclara que no todas las campañas se comportan de manera parecida, ni en el número ni en las características de sus organismos.
De acuerdo con Ramos Guadalupe, se ha determinado que el promedio de formación de ciclones tropicales para una de ellas en la cuenca del Atlántico del norte es de 10,6; o sea, algo más de 10 sistemas, cuyos vientos máximos sostenidos superan los 63 kilómetros por hora.
Menciona ejemplos de mínima actividad ciclónica en el siglo XX, como la de 1911, con sólo 4 organismos, y 1914, con uno..
Por el contrario, los máximos aparecen en la temporada de 1933, en la que se identificaron 21 organismos, y la de 1936 con 16, y el récord, hasta el presente, lo posee la memorable de 2005, con 27 o 28 si se incluye a una tormenta subtropical.
Considera que mayor o menor número de ciclones formados en una temporada no tiene un significado específico en términos de amenaza, pues puede darse el caso de 1936, en el que, a pesar del gran número de ellos, ninguno cruzó sobre Cuba.
El caso inverso, rememora, corresponde a la temporada de 1910, cuando sólo se contaron cuatro ciclones, pero en octubre, uno de ellos, convertido en huracán de gran intensidad, cruzó sobre el occidente de Cuba y describió un lazo al norte de la provincia de Pinar del Río, donde extendió sus efectos durante cinco días consecutivos en un hecho que provocó una catástrofe de grandes proporciones.
Para 2025, el Instituto de Meteorología calcula la formación de 15 ciclones tropicales, distribuidos en 10 sobre el océano abierto, tres sobre el mar Caribe y dos en el Golfo de México.
Llama la atención que estas cifras son solo estimaciones. por lo que más que considerarlas, cuya significación es sólo de índole estadística, estar preparados es lo más importante, lo cual nos ha enseñado la historia de la Meteorología en Cuba, una temporada tras la otra.
Tomado de ACN