Florida, 13 jun.- Trece años después, el béisbol floridano logró discutir un campeonato; desde 2012 no se conseguía tan alto mérito deportivo y en esta Serie Provincial 47, al fin, lo consiguió.
Las Panteras de Florida empezaron esta competición sin pronósticos positivos frente a rivales más fuertes. Céspedes, Esmeralda y Sierra de Cubitas tenían las etiquetas de favoritos, pero fue el terreno quién dictó las leyes y los locales clasificaron primero del grupo.
La semifinal fue ante la novena de Guáimaro y hubo que llegar al quinto y decisivo partido; el estadio Ignacio Agramonte abarrotado de público fue el escenario ideal para la victoria definitiva.
Por la otra llave, los Príncipes de Camagüey, vencieron con holgura a los Halcones cubiteños y esperaron a los floridanos en el estadio Cándido González, en una jornada en que hubo división de honores; un juego para cada equipo. Una lechada per cápita.
Las Panteras volvieron a su feudo del estadio Ignacio Agramonte, pero no pudieron con los Príncipes y perdieron dos juegos definitorios. Por cuarta ocasión consecutiva, los principeños se coronaron.
Este subcampeonato sabe a gloria para Florida, jóvenes peloteros ganaron el aplauso de un público ávido de victorias. Queda el olor a pólvora de las batallas beisboleras recién concluidas y bajo esos fragores, Las Panteras, empiezan a tejer sus nuevos caminos para la próxima temporada, ahora con un respeto bien ganado en el terreno. (Arcilio R. Peláez Conde/Radio Florida)