Octubre, 2024.- “El viejo soldado de la libertad”, así denominó el general mambí Enrique Loynaz del Castillo a José Quintino Bandera Betancourt, combatiente de las tres guerras de independencia y participante junto a Antonio Maceo en la Protesta de Baraguá, que terminó la Guerra del 68 portando las estrellas de teniente coronel del Ejército Libertador.
Nacido en Santiago de Cuba el 30 de octubre de 1834 desde joven mostró las primeras inquietudes contra la dominación colonial y se involucró en actividades conspirativas junto a los coterráneos Hilario y Manuel Cisneros, José Valiente, Francisco Oberto, Pedro Santacilla, Cayetano Hechavarría y Francisco de Paula Bravo, comandante retirado de las milicias venezolanas.
El 1 de enero de 1869 se sumó a las fuerzas del general Donato Mármol en Palma Soriano; fue famoso por sus cargas al machete; a fuerza de coraje conquistó diferentes grados militares; fue el jefe de infantería de un contingente de orientales que, bajo el mando de Manuel de Jesús (Titá) Calvar, marchó a esa provincia para reforzar a las tropas invasoras de Máximo Gómez.
El patriota que pasó a la historia con el nombre de Quintín Bandera protagonizó, junto con Guillermón Moncada y José Maceo, los sucesos del 26 de agosto de 1879 en las calles de Santiago de Cuba, que dieron inicio a la Guerra Chiquita y España, violando las garantías ofrecidas al concluir la contienda, lo envió a sus prisiones.
Figuró entre los organizadores de la Guerra Necesaria en la región de Santiago de Cuba y al llamado de José Martí y el Partido Revolucionario Cubano el 24 de febrero de 1895 volvió a tomar las armas y en pocos meses ya era general de brigada; participó en la Invasión a Occidente y tras la contienda, debido a la oportunista intervención de las tropas estadounidenses, se radicó en la capital cubana y formó familia.
Quintín Bandera fue asesinado por la guardia rural durante la Guerrita de Agosto de 1906