Medidas para la comercialización de productos: ¿El “remedio santo” contra las colas y la desorganización?

La Habana, 20 ene.- ̶   ¿Ya compraste en la tienda?

̶ Todavía, soy el 740 y van por los trecientos y pico, me falta un mundo.

̶   Tienes que estar pendiente, porque si no te quedas en esa

Esta era la conversación que sostenían dos señores de unos cincuenta años hace unos días en una a 64. Dentro de aquella guagua, en la que no cabía ni un alfiler, ellos debatían sobre la tienda, las colas, las libretas, los números, el abastecimiento. 

El pasado año, el gobierno de La Habana anunció nuevos medidas para la venta de productos liberados en el sistema de tiendas. Efectiva a partir del primero de diciembre del 2022, se controlaba la venta de los productos hasta ese momento liberados en los mercados de las tiendas TRD y Caribe. Esta vez se organizaría a partir de los núcleos familiares por bodegas.

De acuerdo con la nota emitida por el Gobierno, “luego de consultas realizadas, se decidió empezar paulatinamente la instrumentación de esta nueva medida, con el fin de que cada núcleo familiar reciba los renglones de forma más equitativa y organizada, a partir de controles, libretas de abastecimientos, torpedos, números consecutivos y otros mecanismos existentes en las bodegas”.

Parecía que “el remedio santo”, como dicen los abuelos, había sido encontrado para aliviar en cierta medida uno de los grandes reclamos de la población, la desorganización.

“No tiene comparación con la medida de antes. Aunque la gente se sigue colando, por lo menos la cola es menos extensa. Antes era llegar, marcar y a veces no alcanzaba nada. Yo he cogido lo que nunca antes había cogido. Este mes al menos cogí producto”, contó María de los Ángeles González, mientras esperaban fuera de la tienda ubicada en el Servicupet de la Ciudad Deportiva.

Esta señora de unos 65 años, agregó que antes de la nueva medida solo había podido comprar una vez, en el mes de julio.

No solo las personas de la tercera edad se sienten protegidos por esta iniciativa, los trabajadores también resaltan las ventajas que reporta para ellos.  “Creo que el pueblo trabajador está muy de acuerdo con este método de distribución hasta tanto la situación económica nos permita pasar a una etapa como la que tuvimos en el 2018 en que las tiendas que ofertaban estos productos se encontraban totalmente abastecidas”, comentó Renato Estrada en nuestro sitio web.

Agregó que existen otro grupo de productos que también debían pasar por este control. “Por ejemplo, el shampo, la pasta, los jabones, son muy demandados y necesarios para la población”.

Se hace necesario –alertó- un mayor control y exigencia a nivel municipal contra los revendedores. “Muchos siguen vendiendo mercancías, no a la vista de todos, pero sí ubicados en lugares próximos a las “casas almacenes” en que guardan los productos”.

Adela vive en Alamar y que corresponde comprar en la tienda “XX Aniversario”. “Antes de las nuevas medidas de ventas fue imposible para mí comprar. Eran listas y colas de impedidos, colas de combatientes, colas de vulnerables y encima los revendedores. Ahora tengo que felicitarlos”, destacó.

Indicó que con esta nueva medida, ahora compra una sola bodega. “El primer día compran del 1 al 500, los llaman por el número de la libreta. Solo se acepta una libreta y no permiten que compren mensajeros, de los cartones blancos provisionales solo aceptan 50 diarios”, explicó.

Esta vecina de Alarmar agregó que ordenadamente a las 5 pm ya habían comprado los 500 correspondientes y los 50 cartones blancos.

Por su parte, Gilberto Bravo escribió en los cometarios de Cubadebate que “indudablemente que las medidas propuestas muestran más integralidad en el enfoque de la distribución de alimentos”.

Aunque indicó que uno de los mayores reclamos de la población era que la distribución se realizara en las bodegas y carnicerías.

“Estas están parcialmente utilizadas, pero constituyen un sistema de distribución probado en el tiempo; al menos debían hacerlo con los productos determinados (pollo, picadillo, salchichas, aceite, detergente). A su vez es el sistema más auditable y seguro”.

Añadió que en varios municipios hace tiempo se emplea el sistema de vender en los establecimientos CIMEX y TRD por bodegas y “el relajo es el mismo”.

“No acabo de entender porque está resistencia a distribuir en las bodegas, en los otros establecimientos se pueden expedir otros productos. Ojalá esté equivocado, pero creo debemos tener los pies y el oído en el suelo”, concluyó así su comentario.

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A esta tienda están vinculadas ocho bodegas de diferentes lugares del municipio La Lisa, con más de cinco mil núcleos. Foto: Lia Rodríguez Reina/Cubadebate.

A Mirtha Herrera, una jubilada del municipio de La Lisa le toca comprar en el Centro Comercial “El Pedregal”.  “No que podido comprar, porque esa tienda queda muy lejos de  mi casa.  Estoy esperando a que alguien de la familia tenga tiempo de ir a ver que hay”. A sus 80 años a Mirtha le es difícil desplazarse largas distancias y menos cargar peso.

A esta tienda están vinculadas ocho bodegas de diferentes lugares del municipio La Lisa, con más de 5 000 núcleos.  Sin embargo, las opiniones en su caso son favorables en cuanto a organización y abastecimiento, que han permitido en varias oportunidades, distribuir la totalidad de los productos regulados a través de un combo que agiliza el proceso y posibilita la asistencia de los consumidores una única vez.

Tanto por tener mayor capacidad de almacenamiento, como por el gran número de núcleos que atienden, “El Pedregal” recibe camiones con surtido con regularidad, que no es el caso de las tiendas más pequeñas que cumplen iguales funciones dentro del municipio.

Puede que la solución al problema de Mirtha sea acercar a su localidad los productos. Las bodegas y las carnicerías cómo comentaba Gilberto serían una opción.

Sin embargo, por algo dicen que el camino al infierno está lleno de buenas intenciones.  Hace unos días, Cubadebate publicó en su sección “La opinión del lector” una queja sobre la venta de pollo en una escuela.

“La verdad es que cada vez que “inventamos” algo nuevo, es para peor. En el municipio habanero de Diez de Octubre, más que mejorar, es terrible lo que inventaron: distribuir los productos en escuelas, usando aulas (escuela Alvarado, en Espadero y Figueroa) y comenzando a las cinco de la tarde.

“Hoy, día 12, trasladaron la venta para la casa estudiantil. ¿Estos señores no conocen que en el consejo Sevillano existen más de 10 carnicerías que trabajan cinco días al mes? Incluso, en el mercado de Lagueruela hay un área de cárnicos que no se usa hace más de dos años”, expuso Rodrigo en su comentario.

Listados informativos en la tienda El Pedregal.Foto: Lia Rodríguez Reina/Cubadebate.

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Pero el “remedio santo”, no fue del agrado de todos. En especial, en aquellos puntos de la capital dónde la buenas gestión de los órganos del poder popular y las organizaciones de masas habían ganado terrenos en la organización de sus colas.

Algunos vecinos del Consejo Popular Rampa, no están del todo satisfechos con la nueva medida. ¿Por qué? “El Delegado tiene un sistema eficiente y funcional que tiene a todos los clientes muy satisfechos con su funcionamiento”, expuso Manuel en un comentario de Cubadebate.

“Entonces… ahora se va a tirar por tierra lo que funciona y satisface a la población y a empezar un nuevo experimento para ver si da resultados”, expuso.

“¿Hasta cuándo se permitirán estas improvisaciones? ¿Por qué en el CP Rampa se tiene que abandonar un sistema que ha demostrado ser eficiente por este que nadie sabe si funcionará o no? ¿Dónde queda la autonomía de los gobiernos locales si hay que asumir con resignación lo que “baja de arriba”?”, interrogó este usuario.

Asimismo Marty, vecina del Consejo Popular Fontanar tuvo buenas experiencias con la organización en su localidad. “Aquí se avisa por CDR. Hay torpedos y también un ciclo. Sólo nos falta El ticket como documento de identificación. La deficiencia es que no somos favorecidos en la distribución como otros municipios y que no tenemos tiendas sino un Rapidito y un Servicupet”, indicó.

En el establecimiento “La Giraldilla”, perteneciente a la cadena de Tiendas Panamericana y ubicada en  La Lisa, realizan la compra tres bodegas. Esto representa más de 1500 núcleos .

“Es una tienda muy pequeña. Antes funcionaba mejor en cuanto a la organización, porque compraba en ella una sola bodega, pero ahora es un desastre; son tres colas y en cada una venden algo diferente”, comentó la cliente Osmara Martín Herrera.

La cajera dependienta del lugar, Oilda Ibaceta Isasi, explicó que no tienen buenas condiciones de almacenamiento, ya que disponen de una sola nevera y tres de los productos regulados necesitan refrigeración.  

“A esta dificultad debe sumarse la irregularidad con que reciben la mercancía, de la cual solo el pollo llega de manera fija, martes y viernes, el resto se distribuye a medida que se recibe” añadió.

De acuerdo con la información compartida por el Gobierno de La Habana, “se establecerían horarios de venta extendidos (martes y jueves) de 10:00 a.m. a 7:00 p.m., con el objetivo de facilitar las compras a los consumidores que trabajan. La organización en el exterior del establecimiento se establecerá por orden de llegada”.

Además, “los días de compras serán por núcleos según la enumeración establecida y se fijará un día a la semana (domingo) para los núcleos que no pueden efectuar la misma el día que le corresponde, y para adquirir por los núcleos algún producto seleccionado que por fuerza mayor no haya sido posible se garantizará el día que le correspondía comprar”.

A pesar de estas garantías persiste la desconfianza de algunos clientes, como ocurre con Eduardo Hidalgo. “Trabajo y tengo un horario flexible, pero aun así no confío en que me lo guarden hasta el domingo, que es el día de recuperación, por lo que me siento igual de inseguro que antes”.

La cajera declaró que no siempre disponen de mercancía los domingos para cumplir con esto y por la falta de equipos de refrigeración tampoco pueden guardar la que queda de los núcleos que no compran cuando les corresponde.

“Los representantes del gobierno tampoco ayudan con esta situación, un día dicen una cosa y al siguiente, otra. Vienen a orientar la información, se van y nosotros, de cara a la población, somos quienes sufrimos las consecuencias de esa informalidad”, apuntó.

Un reclamo extendido a lo largo del país es la generalización de buenas prácticas de comercialización que faciliten la vida de la población. Recientemente, en Ciego de Ávila, autoridades del gobierno de la provincia informaron nuevas medidas para la comercialización por núcleos de cinco productos en moneda nacional (pollo, aceite, salchicha, picadillo y detergente).

Estos productos antes se vendían a la población mediante el sistema de circunscripciones, ahora comenzarán a distribuirse por núcleos en Ciego de Ávila, empleando el registro de consumidores del Grupo Empresarial de Comercio (GECCA) en la red de unidades de la Corporación Cimex y de la Cadena de Tiendas Caribe.

La falta de confianza en los representantes de las tiendas y el comercio y la inadecuada comunicación con la población crean circunstancia que dinamitan las buenas acciones y la organización efectiva. Corregir estas deficiencias junto con un abastecimiento contante (qué no es tan fácil) y equitativo son elementos claves para el remedio, aunque insuficiente, resulte verdaderamente “santo”.

(CubaDebate)

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