Madrid, 12 dic.- Acosado por tramas de corrupción, casos de acoso sexual y bloqueo parlamentario, el Gobierno de España termina hoy otra semana de crispaciones, sin que se avizore una tregua.
Sin embargo, desde el entorno del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, transmiten tranquilidad y certezas de que la actual administración terminará su legislatura en 2027, como sería lo normal.
En cualquier caso, crecen como bola de nieve en rodamiento, los expedientes del exministro y ex secretario de Organización del Partido Socialista (PSOE), José Luis Abalos, vinculado al empresario Víctor de Aldama y otros personajes.
Se habla de dos tramas en la que estarían involucrados Abalos y Aldama, junto con el exasesor del primero, Koldo García, la de mascarillas por ventas fraudulentas o amañadas, y de compra hidrocarburos para cometer delitos de reventa.
Si le faltaban componentes, otras tres personas fueron a parar a la cárcel a la espera de que la Audiencia Nacional les comunique el posible procesamiento.
En paralelo, a la espera de instancias judiciales, Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE, igualmente señalado por expedientes de corrupción.
Al margen de que son bombas de relojería que pueden ir a más, se han destapado varios casos de dirigentes socialistas (aunque también del Partido Popular) en distintas zonas de España, donde varias mujeres decidieron denunciar a sus jefes o responsables por acoso sexual.
Consciente de que el asunto es precisamente uno de los emblemas del Gobierno de izquierdas en el poder, en el sentido de su verticalidad contra la violencia de género y prácticas asociadas, los escándalos destapados tampoco ayudan a Sánchez y su equipo.
Un panorama al que se añade la ruptura de los independentistas catalanes de Junts, que con siete escaños en el Congreso de Diputados decidieron boicotear todas las iniciativas que lleva el Ejecutivo a la Cámara Baja.
Municiones de sobra para los conservadores del PP y la extrema derecha de Vox, que se utiliza con más fuerza que nunca para impugnar la gestión de Sánchez y exigir un adelanto electoral.
No parece a priori que el habitual relajamiento por las fiestas de Navidades y Fin de Año, llegue a predominar. Más bien la derecha aprovechará para preparar el terreno e ir con todo cuando inicie 2026, después del jolgorio el 6 de enero por los Reyes Magos.
Tomado de Prensa Latina

