Tokio, 25 nov.- El gobierno de Japón confirmó hoy que desplegará sistemas antimisiles en una cadena de islas cercana a Taiwán, en medio de crecientes tensiones diplomáticas con China.
El plan fue defendido este martes, durante una rueda de prensa, por el ministro de Defensa de Japón, Shinjiro Koizumi, quien explicó que “se trata de equipamiento con fines de defensa, no para atacar a otros países”.
Según detalló, la estrategia de seguridad nacional aprobada en 2022 -bajo el gobierno del primer ministro Fumio Kishida- abarca estos sistemas de intercepción y la implementación del plan resulta coherente con la política de autodefensa asumida por su nación hasta el momento.
El lugar escogido para el despliegue, aún sin fecha precisa, es el archipiélago Nansei, el más meridional de Japón y que incluye la isla de Yonaguni, ubicada a poco más de 100 kilómetros de la costa de Taiwán.
China acusa a Japón de generar tensión intencionalmente desde principios de este mes, cuando la primera ministra nipona, Sanae Takaichi, sugirió que un eventual ataque contra Taiwán, por parte de China continental, podría obligar a Tokio a responder militarmente.
Pese a varios reclamos del Ejecutivo del gigante asiático, a lo largo de semanas, la mandataria se ha negado a rectificar la enunciación; por el contrario, el viernes anterior corroboró a la prensa que la postura de su país sobre Taiwán seguía “sin cambios”.
Debido a las tensiones generadas por la declaración de Takaichi, las compañías vinculadas al turismo y al comercio minorista en Japón reportaron una baja de sus acciones, pues China deviene la principal fuente de turistas de este archipiélago asiático.
Por otra parte, el gobierno chino instó a sus ciudadanos a evitar viajes a Japón, luego de criticar “el erróneo camino del rearme militar” adoptado por esa nación en la actualidad.
La reacción del mercado japonés ha reflejado la enorme dependencia del turismo chino, considerado su principal fuente de visitantes extranjeros y un motor clave para sectores como la moda, la hostelería y el consumo de lujo.
El Ministerio de Defensa chino subrayó que las declaraciones de Takaichi sobre Taiwán constituyeron una injerencia grave en los asuntos internos del país.
Además, enfatizó que las afirmaciones enviaron una señal equivocada a las fuerzas que promueven la independencia de esa isla.
En tanto, el portavoz de la cancillería china Lin Jian alegó que las palabras de la líder japonesa constituyen una provocación flagrante y violan el principio de una sola China, los cuatro documentos políticos conjuntos y las normas básicas de las relaciones internacionales.
Asimismo, apuntó que el uso histórico del término “crisis existencial”, empleado por la primera ministra nipona ante el Parlamento de su país al hablar de Taiwán, sirvió al militarismo japonés para justificar invasiones anteriores contra China.
Tomado de Prensa Latina

