Madrid, 22 jul.- Todos somos seres únicos, dice Camila Guevara con una madurez sorprendente para una chica de 24 años y un pasado reciente lleno de tristezas, que hoy logra revertir en España.
En realidad, tampoco es una venida a menos. Es la nieta de Pablo Milanés, la hija de Suylen Milanés (…), cubana de pura cepa, pero también con una raíz argentina de la cual se siente orgullosa.
Su padre, también fallecido, Camilo Guevara, hijo de Ernesto Che Guevara; personalidades todas que de alguna forma transitan alrededor de su vida. Tal vez por todo esto y algo más con lo que se nace, el talento, es muy auténtica en sus respuestas a Prensa Latina.
No fue mi primera pregunta en la entrevista exclusiva, pero sus reflexiones invitan a prestar atención a los detalles.
En un mundo donde la Inteligencia Artificial (IA), los avatares y la computación parecen tener todo dicho, ¿cómo hacer música que logre rebasar la imaginación?
-Creo que la clave es seguir siendo una misma. Todos somos seres únicos y los artistas nos componemos de nuestras experiencias e imaginario particular. Hay algo en la humanidad, en la posibilidad del error, en la construcción del ser humano y en los sentimientos que me parecen irreemplazables e inimitables por parte de una máquina o de la tecnología.
-Pero, quién sabe, a lo mejor eso también aprenden a copiarlo. Por ahora pienso que la IA es una buena herramienta. pero no niego que a veces me asusta la rapidez con la que está creciendo este fenómeno.
Tuve la suerte de verla en concierto en Casa de América de Madrid. Se le apagaba la voz al repasar el año más difícil de su vida (2023), cuando perdió a su madre, su abuelo y su padre.
El llanto fugaz aparecía y únicamente su voz de registros variopintos le devolvía su talante de artista. A sus 24 años, es una de las figuras jóvenes recomendadas por la revista Rolling Stones
Tan joven, de un país de músicos y el sello Milanés como desafío. ¿Sientes mucha presión?
-La presión, de alguna manera, es conmigo y con mi música. Este está siendo también un viaje de autodescubrimiento que me gustaría que durase para siempre. Esta intención y este sentimiento me ayuda a seguir buscando. Por eso, la presión que siento es cada vez menos externa.
Sus pensamientos fueron igualmente compartidos con el público en Casa de América. “Mis canciones fueron escritas en momentos de desahogo, de tristezas, de sanación, situaciones difíciles; también alegrías, porque al final es una forma de canalizar mis sentimientos, mi vida (…).
En su disco original, Dame flores, sus compañeros de aventuras son sus amigos Julito Padrón, en la trompeta, el percusionista Yaroldy Abreu, el pianista Lázaro Peña, Adrian Aguiar en la guitarra, y Juan Carlos Marín “El trombón de Santa Amalia”, entre otros.
De frente, Cómo arde, Crueldad, Sardina brava, Vienen curvas, Desiertos, Cariño, Tengo miedo, Alguna nostalgia y Vida, son parte del recorrido que marca Dame flores, con sonoridades de estilo propio y sin encasillamientos.
Algún fraseo de rap, o guiños al reaggeton, la salsa que no le es ajena, trova, blues, un toque de jazz o de R&B. Y los espectadores empeñados en descubrir el rasgo Milanés de cierta forma, hasta darse cuenta que esta jovencita tiene nombre propio: Camila Guevara.
Antes que «el tiempo pasa…» ¿a dónde quieres llegar?
-Intento no tener que pensar mucho en lo futuro y, más bien, ponerle la energía a cada acontecimiento que va surgiendo en este oficio que puede ser muy sorpresivo y emocionante.
-Pero, dicho esto, me gustaría colaborar con más gente que admiro; desde productores a artistas. También seguir viajando el mundo y cantar en escenarios que me supongan retos para seguir creciendo artística y humanamente.
Confiesa no tener géneros favoritos y si bien pudiera antojarse una idea que apunta al dolor, la pregunta de cierre del diálogo con Prensa Latina, es inevitable.

¿Cómo manejas la tristeza y el recuerdo de un año como 2023 cuando perdiste a seres tan queridos?
-Hay duelos que son para siempre. Y esos dolores, cuando vienen, hay que sentirlos y no querer escaparse de ellos.
-Pero he creado mis propias herramientas para fortalecerme: voy a terapia, medito, escribo y leo. Son cosas que me ayudan a transitar la vida en general
Tomado de Prensa Latina