La Habana.- LA COPIA restaurada del largometraje Capablanca se exhibirá como parte de una programación especial durante el transcurso del torneo de ajedrez de los Juegos Escolares Nacionales 2025, que se celebrará en la ciudad de Santa Clara.
Carlos Rivero, presidente de la federación cubana del Juego Ciencia, confirmó a JIT que la proyección del filme dirigido por Manuel Herrera se realizaría el próximo 20 de julio, jornada en la que se celebra el día internacional de este deporte.
«Es una película que indudablemente contribuye a la cultura ajedrecística cubana, a resaltar la figura del único campeón mundial de Latinoamérica en la historia y sobre todo, a que las nuevas generaciones conozcan más acerca de lo que representó», aseguró el directivo, entusiasmado con una idea que también llegará ese mismo día a varias salas de cine del país.
«Se refleja muy bien la forma de ser de Capablanca, de cómo defendió siempre su condición de cubano y ese es un motivo de inspiración para los jóvenes», abundó acerca de una obra realizada en 1987 con la colaboración entre Cuba y la entonces Unión Soviética.
Para llevarla a formato digital se utilizó una copia encontrada –en excelente estado y en idioma ruso– en el Fondo Estatal de la Federación de Rusia Gosfilmofond. El trabajo de restauración incluyó una ardua labor de inserción y sincronización de la banda sonora en español.
La cinta tuvo un reestreno el pasado viernes en el Cine Chaplin, como parte de las actividades del Festival de Cine de Verano, que contó con la presencia de su realizador y la actriz Eslinda Núñez, quien encarna a uno de los personajes en el largometraje.
«Se enmarca en un torneo en el que a Capablanca no le fue bien, pero recoge sutilezas de la época y pinceladas de su vida personal, que creo le acercan más al ser humano que fue», recalcó Rivero.
Capablanca fue el tercer campeón mundial de la historia. El genial jugador, nacido en 1888 en el Castillo del Príncipe, en La Habana, reinó de 1921 a 1927 y marcó varios hitos, como su imbatibilidad durante ocho años.
El filme refleja especialmente lo sucedido en el torneo de Moscú en 1925, al que llega luego de un mal resultado en Nueva York un año antes. En la narración se unen la mirada desde el ajedrez y las relaciones personales del genio cubano con una bailarina rusa del Teatro Bolshoi.
Tomado de JIT