Junio, 2025.- El 27 de junio del año 1966, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz recibe en alta mar a la delegación deportiva cubana participante en los Décimos Juegos Centroamericanos y del Caribe en San Juan, Puerto Rico.
Con el propósito de romper las barreras del bloqueo yanqui la delegación cubana viajó desde Santiago de Cuba hasta la vecina isla a bordo del buque Cerro Pelado, con 315 atletas, entrenadores, personal médico y árbitros; pero a los pocos kilómetros del suelo patrio ya eran sobrevolados por una aeronave del Servicio de Guardacostas estadounidense, que dejó caer un mensaje con la amenaza de ser incautada la motonave si sobrepasaba el límite de las aguas jurisdiccionales borinqueñas.
En la cubierta del buque, obligado a anclar a casi cinco millas de las costas puertorriqueñas, se divulgó la “Declaración del Cerro Pelado”, que denunció la injerencia norteamericana en esos juegos y exhortó a los organismos internacionales a frenar y no ser partícipes de los ardides del gobierno estadounidense para tratar de excluir a Cuba de las competiciones.
Sin intimidarse por las amenazas, los atletas cubanos que completaron su entrenamiento a bordo del buque, participaron en los juegos y demostraron al mundo la dignidad y calidad del deporte cubano al conquistar 35 preseas de oro, 19 de plata y 24 bronce, cosecha que permitió a la delegación cubana ocupar el segundo lugar del medallero, a pesar todas las hostilidades, agresiones e incluso del más repugnantes de los actos, el atentado personal, la agresión física o de insultos por todo lo sucedido.
Por la meritoria labor desempeñada la representación cubana que participó en los Décimos Juegos Centroamericanos y del Caribe en San Juan, Puerto Rico fue bautiza como “Delegación de la Dignidad”; en el grupo de atletas que protagonizaron la hazaña se incluyen cuatro floridanos: los ya fallecidos Ricardo Camejo y Félix Eugelles, de atletismo; el gladiador Francisco Ramos, conocido por Vizconde y el futbolista Orestes Pérez.
