La Paz.- La creación de plataformas de opositores en Bolivia para cantar un supuesto fraude en las elecciones generales de agosto próximo parece confirmar denuncias formuladas recientemente por el semanario La Época.
En ese artículo, la cientista política Helena Paz citó declaraciones del empresario de origen boliviano nacionalizado estadounidense Marcelo Claure, quien en un programa de televisión se refirió al esquema aplicado en Venezuela para demeritar internacionalmente la victoria electoral del presidente, Nicolás Maduro.
“(…) ¿Cómo vamos a ayudar para que en estas elecciones haya un control electoral y no haya fraude? Ese es mi próximo proyecto. Esta mañana tengo la suerte de conversar con María Corina Machado, que me va contando un poco cuál es el modelo que ha usado para tener ese control electoral”, afirmó.
Claure es uno de los principales inversionistas en Ausenco, una de las mayores transnacionales del mundo vinculada a la minería del litio, elemento del que Bolivia posee la mayor reserva certificada del planeta con 23 millones de toneladas.
Al respecto, advirtió Paz que “(…) en efecto, en caso de no obtener los resultados esperados en primera vuelta, la fraudulenta derecha gritará ‘fraude’”.
Describió que, para eso, como señala Claure, preparan un “conteo paralelo” al del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y “a lo Machado en Venezuela” presentarán actas falsas, al tiempo de activar el reconocimiento internacional (Organización de Estados Americanos incluida).
Añadió la analista que son tres las claves de este plan. La primera es acusar de judicialización del proceso comicial e incumplimiento de sus funciones al Tribunal Supremo Electoral (TSE), pese a que ya inhabilitaron al expresidente Evo Morales y que los candidatos también procedentes del Movimiento al Socialismo (MAS) Andrónico Rodríguez y Eduardo del Castillo están sometidos día y noche a “fuego cruzado”.
Una segunda variante es acusar de manipulación del conteo por parte del Gobierno y del MAS, y la tercera incluye la supuesta falta de legitimidad del padrón comicial, a la par de presuntas irregularidades de origen en cuanto al voto en el exterior. Todo esto acontece en un contexto de división dentro del oficialismo y el campo del movimiento nacional popular, en que se combate encarnizadamente entre los sectores afines a Morales, el presidente Luis Arce y Rodríguez, como si no existiera “el enemigo principal”.
PLATAFORMAS CON VIEJOS CONOCIDOS
A menos de dos meses de las elecciones generales del 17 de agosto, sectores de la oposición dieron a conocer lo que presentaron como la iniciativa nacional Cuidemos el Voto, integrada por 29 plataformas ciudadanas, colectivos sociales, agrupaciones políticas y voluntarios de todo el país, según se informó.
“La democracia no se cuida sola. Se protege con presencia, compromiso y tecnología. Hoy más que nunca, Bolivia necesita de su gente”, afirmó durante la presentación Jhanisse Vaca Daza, vocera de la campaña y directora de la organización no gubernamental Ríos de Pie.
Respecto a este tema, el 28 de mayo de 2024, La Época denunció “el padrinazgo” de funcionarios gubernamentales de Estados Unidos en un pacto secreto sellado en ese país entre partidos de la oposición para hacerse del Gobierno en Bolivia, en agosto venidero.
La publicación advirtió que esa alianza fue denunciada por Ronald McLean, excanciller (1997-2002) del Gobierno del exdictador Hugo Bánzer, exalcalde de La Paz por el partido banzerista Acción Democrática Nacionalista (1987-1991) y exasesor del ultraderechista Luis Fernando Camacho en los comicios de 2020.
Todo indica que la reunión fue promovida por funcionarios del Gobierno de los Estados Unidos, aunque todavía no se sabe de qué nivel y de qué instancia civil o militar (…), advirtió el artículo El “Pacto Secreto” de la Oposición en Miami, publicado en la página dos del periódico boliviano.
Advierte el escrito que su efectivización se realizó precisamente a través de la Fundación Ríos de Pie, conducida por Jhanisse Vaca Daza, activista que en 2019 fue una de las protagonistas del golpe de Estado contra el expresidente constitucional Evo Morales.
Esta fundación contaba con financiamiento de Washington mediante una de sus instituciones que conducía directamente a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
Periodistas investigadores como el canadiense Jean Guy Allard o la estadounidense Eva Golinger estudiaron cómo funcionaba la Usaid en 80 países, lo cual fue confirmado más recientemente tras la llegada a la Casa Blanca del presidente Donald Trump.
Ambos autores coincidieron en que, en particular en América Latina, a través de “organizaciones no gubernamentales”, ese instrumento de subversión operaba contra naciones que defienden su independencia y soberanía, y no se pliegan a los afanes hegemónicos del Gobierno de Estados Unidos.
Sobre la base de archivos desclasificados del Departamento de Estado y la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la copiosa información procesada durante años por Allard y Golinger demostraron a través de lo ocurrido en Iraq, Nicaragua, Venezuela y Cuba, que la Usaid era una fachada de los servicios de inteligencia y desestabilización de la Casa Blanca.
La Época aclaró que, si bien al conciliábulo de Miami no concurrió toda la derecha, como anticipó el representante del partido opositor Creemos Zvonko Matkovic, este encuentro fue solo la primera de otras reuniones previstas para construir un proyecto de unidad de la derecha boliviana.
Según el integrante del ala más radical de Creemos, el objetivo de esa unificación es consolidar una fuerza que haga frente a los candidatos del bloque nacional popular.
En su denuncia, indicó La Época que al “pacto secreto” también concurrieron un alto representante del también opositor partido Comunidad Ciudadana y el empresario y frustrado aspirante a la presidencia en procesos eleccionarios anteriores por Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, quien ahora compite nuevamente.
Advirtió la publicación que lo que develó desde mayo de 2024 ese “pacto secreto” de Miami es la intensa actividad de Estados Unidos para organizar una alternativa frente al bloque nacional popular desde la derecha de cara a los comicios generales.
Tomado de Prensa Latina