Montevideo.- La muerte de cuatro reclusos en la prisión de Santiago Vázquez (ex Comcar), de esta capital, puso de relieve la crisis del sistema penitenciario uruguayo, con números rojos de hacinamiento y violencia.
Las muertes ocurrieron en medio de una reyerta y las víctimas perecieron carbonizadas en su celda, donde otros reclusos rivales lanzaron pedazos de colchonetas encendidos. Fue el tercer incendio intencionado y fatal en ese penal en el último año y medio.
Ante el hecho, el Sindicato Policial Nacional (Sipolna) emitió un comunicado solicitando una respuesta urgente y estructural frente a lo que considera una “negligencia institucional” en las cárceles del país.
El presidente del sindicato, Germán Gutiérrez, expresó que el país se encuentra ante “un nuevo asesinato múltiple”, en el que “cuatro presos murieron carbonizados” producto de una reyerta y debido también a “la falta de control del Estado”. Aseveró que en el momento del siniestro había solo cinco guardias en un módulo con 700 presos.
El ex Comcar es el mayor complejo penitenciario del país y alberga a más de cinco mil internos, pese a una capacidad de alrededor de tres mil, según diversas fuentes.
ALTA TASA DE POBLACIÓN CARCELARIA
Uruguay está hoy entre los países con mayor tasa de población carcelaria, afirmó el ministro del Interior, Carlos Negro. Al cierre del año pasado la cantidad de privados de libertad llegó a 15 mil 913, una cifra que creció 130,5 por ciento desde 2003.
De los casi 16 mil internos, más de un tercio están detenidos en el ex Comcar, que alberga a más del 31 por ciento de los presos en el país.
Además de la cárcel más poblada, es también la más peligrosa, con módulos especialmente complejos por el carácter y el historial de los reclusos.
En setiembre último, seis de ellos perdieron la vida y uno debió ser hospitalizado en estado grave luego de ser atacados con fuego y cortes por otros prisioneros con quienes compartían el mismo sector.
El ministro del Interior opinó que la violencia en el Santiago Vázquez es producto del hacinamiento y consecuencia de políticas de la anterior administración del presidente Luis Lacalle Pou, contempladas en la Ley de Urgente Consideración “que vio la cárcel como única solución”.
“Estamos hablando de tasas de prisionalización más altas del mundo. Uruguay tiene la mayor cantidad de presos en términos relativos en toda América Latina”, apuntó. Consideró que ello justifica “afrontar un cambio de matriz normativa en materia de sistema carcelario que vaya incluso en contra del seguido hasta ahora”.
En las cárceles uruguayas hoy ocurren casi todos los delitos que suceden afuera: estafas, homicidios, abusos sexuales, violencia privada, amenazas, admitió.
Según datos del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), hay tres delitos que agrupan a la mayoría de los reclusos: los relacionados con drogas, hurto y rapiña. Para la ocasión, mil 793 personas estaban tras las rejas por homicidios.
CAMBIAR EL SISTEMA
Para el comisionado Parlamentario Penitenciario, Juan Miguel Petit, la muerte de los cuatro reclusos es “una señal más de que el sistema tiene que ser cambiado en su conjunto”.
“No tenemos que seguir esperando desgracias aún mayores para darnos cuenta de que el sistema tiene que cambiar mucho. Requiere recursos, diseño, nuevas instituciones, mecanismos”, agregó.
“El sistema a Uruguay se le fue de las manos hace unos cuantos años”, expresó en conferencia de prensa, en la que señaló responsabilidad para los poderes del Estado: judicial, ejecutivo y legislativo.
“Requiere cambios legislativos, una cantidad de aspectos que tienen que ver con lo judicial, con lo técnico forense, con la educación, con la salud, con la salud mental”, añadió el comisionado.
“La política criminal va a tener que repensar el uso de la cárcel en forma tan masiva. Está probado que la cárcel no cumple con ninguno de sus fines”, señaló de su lado Ana Juanche, directora del INR.
EN LA MIRA DE LA ONU
El sistema penitenciario uruguayo está bajo la lupa de Naciones Unidas debido a preocupaciones sobre las condiciones de detención y la situación de los derechos humanos en los centros penales.
El Comité de la ONU contra la Tortura expresó inquietud por el aumento de muertes en prisión y la falta de definición de tortura en la legislación uruguaya.
Además, se han realizado evaluaciones y observaciones por parte del Comité de Derechos Humanos de la ONU, instando a Uruguay a mejorar la separación entre detenidos preventivos y condenados, investigar todas las muertes bajo custodia y reducir el hacinamiento.
El año pasado una delegación del entonces gobierno uruguayo concurrió ante el organismo mundial para responder sobre el tema.
El comisionado Petit señaló que pese al crecimiento demográfico nulo de la población uruguaya, la que está tras las rejas continuó aumentando.
Tomado de Prensa Latina