La Habana, 10 jun.- La vedette de Cuba, Rosita Fornés, nacida en Nueva York y nacionalizada cubana, falleció un día como hoy hace cinco años, aniversario que en esta isla se conmemora recordando el legado de una completa actriz, cantante y bailarina.
Fornés (1923-2020) nació en la Gran Manzana y fue bautizada como Rosalía Lourdes Elisa Palet Bonavia, hija de padres españoles radicados en Cuba quienes arribaron a la urbe estadounidense a bordo del barco Orizaba.
En la familia existían antecedentes artísticos: por la parte materna el hermano de su abuela fue actor dramático y una prima de ambos fue cantante de ópera; su abuelo empresario teatral.
La radioemisora cubana CMQ-Radio comenzó con un programa de aficionados llamado La Corte Suprema del Arte, muy popular en su momento; de allí surgieron muchos talentos convertidos con el tiempo en estrellas nacionales y Rosita insistió a sus padres que le permitieran participar en aquel programa radial.
En 1938 se presentó en los estudios de la estación radial cantando la milonga “La hija de Juan Simón”, acompañada por el andaluz Manolo Tirado en la guitarra; ganó el concurso y adoptó su nombre artístico y así inició su preparación con clases de música, de canto, de actuación y de baile.
Con las estrellas nacientes del programa intervino en espacios de radio y en giras nacionales dirigidas por Germán Pinelli; con el mismo grupo participó en el coro y bailó en la contradanza en un montaje de la opereta cubana “Cecilia Valdés”, del compositor Gonzalo Roig. Este fue el primer escenario que pisó.
Su debut cinematográfico fue en 1939 en el filme “Una aventura peligrosa”, en el cual interpretó por primera vez una canción cubana, “Intrusa”, compuesta para esta película.

En 1940 Rosita Fornés participó por primera vez en el género lírico a través de la radio y allí el tenor cómico español Antonio Palacios la descubrió.
Su entrada grande a los escenarios la hizo en el Teatro Principal de la Comedia en 1941, a los 18 años de edad, con la opereta “El asombro de Damasco”, donde conoció al maestro Ernesto Lecuona, quien la invitó a participar en su compañía lírica; con Lecuona participó en el estreno en Cuba de “La del manojo de rosas” y la reposición de “Los gavilanes.
A partir de la década de 1970 se sucedieron sus espectáculos teatrales: “La Fornés Tridimensional”; “La Fornés en el Musical”; “Rosita en concierto”; “Retrato en vivo”; “Gala Guzmán”; “De que gusta, gusta …”; “La Fornés a escena”; “Una Rosa para todos”.
En 1983 la llamaron para el filme “Se Permuta” con el que logró un rotundo éxito; después vonieron “Plácido” (1986); “Papeles Secundarios” (1989); “Las noches de Constantinopla” (2001) o “Al atardecer” (2001).
Sus últimas participaciones líricas fueron con las zarzuelas cubanas “Cecilia Valdés” (1998) y “Maria La O”.

En 1996 se le realizó a la vedette su primer documental biográfico “Rosita Fornés, mis tres vidas” y en 2001 la Editorial Letras Cubanas presentó su biografía.
Falleció el 10 de junio de 2020 a los 97 años en Miami a causa de un enfisema pulmonar, y según explicó su representante y yerno, José Antonio Jiménez, la vedette no respondía al tratamiento desde el día anterior a su deceso.
Sus restos descansan en el panteón de la familia en el cementerio Colón de La Habana.
Tomado de Prensa Latina