Marzo, 2025.- El 6 de marzo del año 1873 fue fusilado en Puerto Príncipe (hoy Camagüey), Francisco Muñoz Rubalcava, escritor, poeta revolucionario reconocido por una brillante labor intelectual, general del Ejército Libertador y segundo hombre al mando de las tropas de Vicente García.
Su esmerada educación lo llevó a ser cuidadoso filólogo, historiador y poligloto; estudió en Cuba, Estados Unidos y Alemania, lo que le permitió ampliar ostensiblemente su horizonte cultural; sus poemarios y novelas son piezas que cuentan con gran sensibilidad; Su labor intelectual fue fecunda, escribía en el periódico El Siglo, de La Habana, dirigía El Oriente y más tarde fue redactor de El Camagüey, fundado por Salvador Cisneros Betancourt; marqués de Santa Lucía.
Establecido en Puerto Príncipe ingresó en la logia Tínima, donde se conspiraba en contra de la metrópoli española, y en una de sus reuniones Rubalcava propuso a los camagüeyanos que se pusieran en contacto con los de Bayamo, que estaban fraguando un movimiento, la propuesta fue aceptada y se le indicó llevar a cabo él mismo esa misión.
El poeta se puso inmediatamente al habla con Francisco Vicente Aguilera, venerable maestro de la logia Estrella Tropical de Bayamo, quien aceptó el proyecto de la reunión conjunta; en 1867 contactó con el Movimiento Revolucionario de Las Tunas, quedándose definitivamente a residir en esa ciudad y se convierte en el segundo jefe indiscutible de la conspiración en esta localidad donde su opinión siempre fue bien escuchada.
De espíritu aventurero, participó junto a Vicente García González en la reunión de San Miguel de Rompe, el 4 de agosto, 1868, en representación de Las Tunas, y durante la guerra de los 10 años Rubalcava vino a ser el elemento unificador entre los revolucionarios orientales y camagüeyanos.
Francisco Muñoz Rubalcava reclutó soldados, y dirigió la operación victoriosa de las armas mambisas el 18 de octubre de aquel propio año en San Miguel de Manatí, primer pueblo quemado durante la campaña independentista; y se le atribuye el encanto de atraer a las filas insurrectas al cura de la comarca, Braulio Odio Pécora, quien siguió oficiando sus servicios entre los combatientes, y que alcanzó grados militares.
Este patriota participó en numerosos combates, integró el Estado Mayor del León de Santa Rita, por su arrojo y valentía alcanzó el grado de General, y fue designado segundo al mando del Camagüey, subordinado a Ignacio Agramonte Loynaz, hasta que enfermo, fue apresado y conducido a Puerto Príncipe donde fue condenado a muerte, y ejecutado en la Plaza Del Cristo de la actual ciudad de Camagüey el 6 de marzo de 1873.
