Florida, 20 feb.- En el entorno cubano se habla de precios topados y regulados, de oferta y demanda, de ficha de costo para firmarlos y de un control que ni el mejor de los magos sabe cómo lograrlo a ciencia cierta.
Panes y peces multiplicados aquí a cada minuto no tanto en su cantidad como en su costo para el bolsillo del pueblo; arroz desaparecido por arte de magia y con retorno triunfal a casi al doble del precio anterior, y cabezas de ajo con microcefalia cotizadas en montos escandalosos, son algunas realidades del mercado informal y privado en Florida y más allá, dónde el contrapeso estatal es prácticamente nulo y el combate al abuso y la especulación exige rigor y medidas ejemplarizantes.
Sobre los precios de los productos agropecuarios, el Comité de Concertación y de la misión de las bases productivas en el control de la cuantía que debe pagar el pueblo para comprar alimentos conversa el periodista Pedro Pablo Sáez Herrera con Yudier Peña Vargas, viceintendente que atiende los programas de la Agricultura y Azcuba en el municipio de Florida.