EDITORIAL
“En el Aniversario 66 de aquel enero victorioso, el corazón de la Patria está sano” En esta nueva jornada de gloria y de optimismo el pueblo floridano, como parte de los hijos heroicos de la tierra de los Mace Grajales y de Ignacio Agramonte, de José Martí, de Villena y de Mella, de Camilo Cienfuegos y del Che Guevara; de Fidel, y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad en el resto del mundo, saludamos con júbilo el advenimiento del cumpleaños 66 del triunfo de la Revolución cubana.
El camino que nos trajo hasta el presente, sin dudas, no ha sido fácil, pero hemos llegado porque en la marcha nos acompañaron siempre, y son escudos y espadas sagradas la unidad, el amor infinito a la Patria, la fe inquebrantable en el sí se puede; la moral, el espíritu de sacrificio y de victoria, la búsqueda de soluciones a cada problema, el apego a la verdad, la justicia y la dignidad como banderas de lucha y el humanismo, la solidaridad y el heroísmo.
De manera específica, en el año que finaliza han sido enormes los retos vencidos; la persistencia del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba por el gobierno de los Estados Unidos y sus medidas, cada vez más agresivas y maquiavélicas, impidieron al país contar con los insumos, materias primas y medios necesarios para sostener programas y servicios de alto impacto social como la energía eléctrica, la canasta familiar normada, el transporte, el combustible y otros de vital importancia para el normal funcionamiento de la nación.
A ese engendro se sumaron las deficiencias internas en la producción de alimentos, el descontrol y bajo aprovechamiento de los recursos, la baja productividad en muchos colectivos, el incumplimiento de encargos relevantes para la economía, la inflación financiera y la falta de empuje y visión estratégica en empresas y organismos con peso en el desarrollo local y nacional.
La naturaleza se sumó en la lista de los desafíos del 2024 con afectaciones provocadas por dos huracanes y movimientos telúricos que impactaron en varias provincias del país, lo cual demandó recursos extraordinarios y enormes esfuerzos en la recuperación.
En el municipio de Florida en particular, el periodo que finaliza dejó múltiples insatisfacciones; la producción agropecuaria, el incremento de los rubros exportables, la captación de ingresos, el proceso de bancarización, la creación de bienes y servicios, el combate contra el delito y las indisciplinas, la higiene comunal, el abasto de agua a la población y la zafra azucarera, entre otros encargos, incumplieron sus planes o crearon momentos de tensión a lo largo de la etapa.
Sin embargo, el Partido Comunista y las estructuras del Gobierno del territorio no descansaron un solo instante en la búsqueda del bienestar y el crecimiento común, y en la defensa de la calidad de vida para nuestra gente.
En medio de fuertes carencias la salud, la educación, el deporte, la cultura y la seguridad y asistencia social se mantuvieron activas, con resultados palpables, en beneficio de miles de pacientes, niños y jóvenes, comunidades enteras, ancianos y familias en situación de vulnerabilidad respectivamente.
Pero no podemos conformarnos; faltó mucho por hacer, y la celebración del centenario de la declaración de Florida como término municipal debe convertirse ahora mismo en la mejor motivación frente a los compromisos del 2025.
En este minuto de festejo por la victoria de aquel Primero de Enero que en 1959 derrotó la injusticia y la dominación imperialista en Cuba y cuando el retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos se proyecta como una prueba más para la resistencia de los cubanos, no nos engañemos: nuevamente habrá que romper lanzas, retomar sacrificios y renovar la inteligencia en los días venideros.
Hagamos nuestras las palabras del Apóstol de la independencia nacional, José Martí, cuando al hablar de la América Latina expresó: “Es la hora del recuento y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado como la plata en las raíces de Los Andes”.
Martí lo advirtió: “La libertad cuesta muy cara, y hay que comprarla por su precio o resignarse a vivir sin ella”.
A los que nos desprecian, y amenazan el futuro de nuestros hijos, les decimos como el Apóstol: “la patria cubana posee todas las virtudes necesarias para mantener su independencia, porque cuando a despecho de sus agoreros, se palpa el corazón, cualesquiera que sean las llagas del cuerpo y el corte del vestido, ¡el corazón está sano!”.
En el aniversario 66 del triunfo de la Revolución cubana renovemos juntos el juramento de Baraguá y gritemos con orgullo ¡Viva Martí y su ideario independentista!
¡Vivan los héroes y mártires que acompañaron la conquista de la dignidad plena para el pueblo cubano!
¡Vivan la unión popular en torno al Partido Comunista y al liderazgo del presidente Miguel Díaz-Canel!
¡Vivan el amor y la solidaridad frente a los vendavales del egoísmo, el odio y el renacimiento del fascismo en el planeta!
En este municipio centenario seguiremos de pie, defendiendo las conquistas sagradas del socialismo “con todos y para el bien de todos”. Con el pie en el estribo.
¡Porque quien intente apoderarse de Cuba, solo recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, en una lucha eterna donde jamás hablaremos de rendición!
¡Viva la Patria, viva el Socialismo, Viva Fidel!