Noviembre, 2024.- El 25 de noviembre del año 2016 muere y trasciende a la inmortalidad el Líder Histórico de la Revolución cubana Fidel Alejandro Castro Ruz, figura de talla mundial; simpatizante del Partido Ortodoxo, fue de los primeros en denunciar el carácter reaccionario e ilegítimo del régimen de facto establecido tras el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952.
Encarcelado tras los sucesos del 26 de Julio, asumió su autodefensa, con un alegato conocido como La Historia me Absolverá en el que denunció los crímenes cometidos por la tiranía y los males que aquejaban al país, enunció el concepto de pueblo, si de lucha se trata, y esbozó el programa de medidas que aplicarían la futura Revolución en Cuba.
Fidel sufrió el presidio en la llamada Isla de Pinos (hoy Isla de la Juventud) y tras la amnistía marchó hacia el exilio en México con la promesa de regresar para ser libres o mártires; desde esa hermana nación partió junto a otros 81 revolucionarios para desembarcar por Las Coloradas el 2 de diciembre de 1956.
Tras varios meses de dura lucha con un ejército superior en armas y efectivos, entra victorioso a Santiago de Cuba el primer día de 1959 y arriba a La Habana el 8 de enero, para liderar por casi 50 años el accionar del pueblo en su avance hacia la construcción del Socialismo.
Fidel defendió la unidad de las fuerzas revolucionarias y de todo el pueblo, e impulsó las transformaciones económicas y sociales del país, el desarrollo de la educación, la salud, el deporte, la cultura y la ciencia, así como el enfrentamiento de las agresiones externas y la conducción de una activa política exterior basada en los principios del internacionalismo proletario y la coexistencia pacífica.
Los servicios de la Seguridad del Estado cubanos contabilizaron hasta el 2007 un total de 638 intentos de asesinato contra Fidel en distintas fases de desarrollo; los métodos planeados para matarlo fueron múltiples, aunque todos resultaron fallidos; los enemigos de la Revolución no solo trataron de asesinarlo físicamente, sino también moral e intelectualmente, afectar su imagen y desacreditar sus ideas.
A lo largo de su trayectoria recibió innumerables reconocimientos, condecoraciones, distinciones, premios y honores como el Gran Cordón de la Orden del Nilo, otorgado en la República Árabe Unida, el Premio Internacional Lenin por Fortalecer la Paz entre los Pueblos, entregado en la extinta Unión Soviética y el Collar de la Orden Mexicana del Águila Azteca, por haber sido siempre amigo de México y representar en América Latina la defensa apasionada de la libertad de las naciones y del derecho de autodeterminación, entre otros muchos.