Florida, 22 nov.- La actual coyuntura económica que vive el país, la realidad del mundo en esta esfera, y la incertidumbre de cuánto puede apretarse, o no, la tuerca del bloqueo imperialista bajo el nuevo mandato de Donald Trump son razones que obligan al pueblo cubano a trabajar más que nunca con nuestros propios esfuerzos y potencialidades para salir adelante.
Esta filosofía redentora, y salvadora, vale sobre todo para el ámbito agroalimentario donde es preciso, junto al fomento de mayores producciones, asegurar la contratación para el acopio y los destinos de las mismas, de manera que la mayoría de los ciudadanos: trabajadores, jubilados y grupos vulnerables tengan pleno acceso a los renglones agropecuarios.
Hace algunos días comenzó en este municipio de Florida la firma de convenios de venta de las producciones entre las cooperativas agropecuarias y los organismos acopiadores, en un intercambio negociador donde deben primar la transparencia, la seriedad y la responsabilidad de cada uno, con la mirada puesta en los encargos del 2025.
Leche, carnes, cultivos varios, frutas; todo cuanto pueda sumarse al consumo popular y al procesamiento de la industria alimenticia puede y debe contratarse aquí, en una ofensiva contra el imperio de los precios abusivos y a favor de la soberanía alimentaria por todos, con todos y para todos.