El 18 de noviembre de 1958 se crea el Frente de Camagüey, organización armada revolucionaria creada con el objetivo de dirigir las acciones del movimiento clandestino y multiplicar la lucha revolucionaria contra la dictadura de Fulgencio Batista; fue fundado en octubre de 1958 por el comandante Víctor Mora con base de operaciones militares en la región agramontina.
La creación de este frente guerrillero, que llevó como estandarte el nombre del líder mambí Ignacio Agramonte Loynaz, forma parte de la estrategia establecida por el alto mando de las fuerzas rebeldes con el objetivo de extender su poderío militar hacia todas las regiones de Cuba.
El Frente estaba compuesto por tres columnas guerrilleras, dos del Ejército Rebelde, la 13 Ignacio Agramonte, del comandante Víctor Mora y la 11 Cándido González de los capitanes Jaime Vega y Orlando Orozco; y junto ellos una del Partido Socialista Popular nombrada General Jesús Rabí, bajo el mando de Armando Rodríguez.
Tras la emboscada y masacre de Pino Tres, donde perdieron la vida 32 jóvenes, el frente estableció su Comandancia en San Miguel del Junco, y logró la preparación de una red de suministros de víveres, combustible y medicamentos, un servicio sanitario con una asistencia especializada, la creación de un vivac donde se mantuvieron a los delincuentes, delatores y prisioneros de guerra y se estableció un sistema de comunicaciones con la Comandancia General de la Sierra y las tropas subordinadas, con la planta C-13-IA.
Entre las acciones de los guerrilleros en esta zona sobresalen el ataque al puesto de Manatí, con la participación de la Columna 11 y la 12 del teniente José Santiago Ercilla, perteneciente al Cuarto Frente; las emboscadas de Alfredo Rodríguez Velázquez, con un grupo de rebeldes, en Hatuey, el 5 de diciembre; y la del campo de aviación, en el central Francisco, utilizado “por las avionetas de enlace y reconocimiento del adversario (…) Durante el paso de las columnas invasoras de Camilo y Che (…) sirvió como base de operaciones contra ellas (…)”, como se describe en el libro Frente Camagüey. Clandestinidad y lucha armada.
En esta obra, elaborada por un colectivo de autores, se describe también otras acciones importantes desarrolladas por los combatientes del Frente Camagüey como el combate de San Miguel del Junco y la escaramuza del kilómetro 6 del terraplén Francisco-Elia, este último considerado, en el título antes mencionado como “una contundente respuesta al revés sufrido por la Columna 11, en Pino Tres”.
Con la decisiva colaboración de los combatientes clandestinos y del campesinado las fuerzas del Frente Camagüey cumplieron todas las misiones asignadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz; para el 31 de diciembre de 1958 casi todas las guarniciones de la región se encontraban en poder de los rebeldes, y de inmediato se iniciaron las conversaciones para la rendición del regimiento, hecho que se consumó en la mañana del 2 de enero.
