Florida, 25 ago.- Las indisciplinas en el cuidado del embarazo cometidas por un grupo de gestantes del municipio de Florida constituyen una amenaza al esfuerzo de las autoridades del sistema de Salud Pública y otras instituciones empeñadas en mejorar los resultados del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) del territorio.
La persistencia de fugas del Hogar Materno, la negativa de embarazadas a ingresar en esa institución de cuidados especiales en casos de riesgo para la madre y el feto, y la ausencia a las consultas prenatales fueron denunciadas, una vez más, por directivos de la asistencia médica ante las máximas autoridades políticas y del Gobierno floridano.
Este tipo de actitudes dificulta las capacidades de respuesta a complicaciones que pudieran presentarse antes, durante y después del parto, y propiciar el incremento de la morbimortalidad de las puérperas y recién nacidos en situaciones extremas.
La atención del embarazo en situación de vulnerabilidad no solo incluye la responsabilidad del sistema de salud, intervienen también la responsabilidad de la futura madre, la familia y la comunidad, junto a grupos sociales, organismos y entidades que brindan apoyo al personal responsabilizado con los resultados del PAMI.
De acuerdo con informaciones recientes de la Dirección General de Salud Pública en Florida, el municipio elevó hasta 8,8 la tasa de mortalidad infantil en la etapa que transcurre, con más de 220 nacidos vivos y dos fallecidos en lo que va de año.