Fidel Castro: “Ninguna fuerza es capaz de movilizar a los pueblos como el ideal” (+ Fotos)

Fidel Castro: “Ninguna fuerza es capaz de movilizar a los pueblos como el ideal”

Hace 65 años, el 21 de junio de 1959, Fidel Castro visita la ciudad de Santa Clara, Las Villas y pronuncia un discurso en la concentración campesina en apoyo a la Reforma Agraria que se celebra en el Parque Vidal.

En sus palabras reflexiona sobre lo que ha significado para el campesinado en Cuba el triunfo revolucionario, explica cómo enfrentar la contrarrevolución y anuncia que ese acto es una antesala de lo que será el acto por el 26 de Julio en La Habana.

Cubadebate y el Sitio Fidel Soldado de las Ideas comparten fragmentos de aquella alocución a sólo casi 6 meses del histórico Primero de enero.

Se cumplen hoy exactamente cinco meses y veintiún días del triunfo revolucionario.

Es esta la tercera concentración que damos en esta provincia; la primera fue cuando cruzábamos por la provincia en dirección a la capital.  La segunda concentración fue en la Universidad Central de Las Villas y posiblemente muchos de los que están hoy aquí estuvieron presentes también en aquella concentración.  La tercera es esta, pero lo que resulta extraordinario, lo que resulta precisamente extraordinario, es que esta tercera concentración, después de cinco meses y veintiún días de Gobierno Revolucionario, es la mayor de todas, sin género de dudas (APLAUSOS).

Eso demuestra que la Revolución, lejos de debilitarse en el poder, es cada día más fuerte y nos da una idea de la magnitud de la concentración que vamos a efectuar en la capital de la república el próximo 26 de Julio (APLAUSOS).

Este acto de hoy es, en parte, como una preparación de la concentración de medio millón de campesinos que vamos a efectuar en la capital de la república, en apoyo de la Reforma Agraria (APLAUSOS).  El próximo 26 de Julio, medio millón de campesinos con machetes, si es posible, con guayabera y con sombreros de yarey, al estilo mambí, con una bandera cubana sobre la frente, como algunos que hemos visto en el día de hoy, recordando que esta lucha es la continuación de las luchas de nuestra independencia (APLAUSOS), darán fe del respaldo con que cuenta la Revolución Cubana.

En la capital de la república, el pueblo entero está esperando a los campesinos.  Como es virtualmente imposible trasladar en un solo día al medio millón de campesinos de toda la república, como es virtualmente imposible encontrar hoteles para albergar medio millón de campesinos, como, además, la concentración será organizada y costeada por el pueblo, desde que lanzamos la consigna de concentrar medio millón de campesinos en La Habana y solicitamos la colaboración del pueblo, están llegando decenas de miles de ofrecimientos de casas para albergar allí a los campesinos.

Esa concentración va a constituir el acontecimiento más emocionante de la historia política y revolucionaria de nuestro país, porque los hombres de la ciudad les van a abrir de par en par las puertas a los hombres del campo; les van a entregar sus casas, los van a convertir en sus huéspedes (APLAUSOS) para hacer posible esa demostración ante el mundo entero, de que la Revolución Cubana cuenta con el respaldo invencible de los campesinos, de los obreros, de los estudiantes, de los profesionales y de todos aquellos ciudadanos que tienen los intereses de la patria por encima de mezquinos intereses personales (APLAUSOS).

La concentración del 26 de Julio va a constituir el acto más grandioso y emocionante que se haya presenciado en ninguna nación de América desde que se fundaron las repúblicas de este continente, porque por primera vez en la historia de las naciones de América se produce un movimiento de tanto respaldo de pueblo como este movimiento revolucionario cubano (APLAUSOS).

Yo me acuerdo que en ocasiones de nuestra gira por los países de la América del Sur, el pueblo mejor organizado que encontramos fue el de Uruguay.  Había una multitud de 100 000 y el silencio era absoluto y total.

Lo que más nos cuesta a nosotros en estas concentraciones, que son cada día mayores, es que el pueblo se calle.  Y es que la mayoría guarda silencio, pero siempre queda una minoría de un 5% ó un 10% que está conversando, peleando o discutiendo con el vecino.  Cuando logremos en estos actos que todo el mundo preste atención, habremos dado un gran paso de avance, porque habremos logrado suprimir uno de nuestros males.  Es que nos concentramos en número, pero no nos concentramos en la mente.

Si los campesinos han venido desde las 5:00 o las 6:00 de la mañana, si todos han hecho grandes esfuerzos para llegar aquí, lo justo es que se enteren de lo que aquí se va a hablar; que este esfuerzo enorme que se hace para concentrar al pueblo, sirva para poderlo orientar; que todo el mundo preste atención, para que todo el mundo salga con más fe, para que todo el mundo salga con más confianza, porque cuando se ve este extraordinario respaldo y además esta gran concentración, sale todo el mundo más animado y más confiado de que la Revolución será más invencible todavía, que será todavía más difícil de derrotar.

Estamos presenciando un momento singular de nuestra historia.  Ni nuestros antepasados, ni las generaciones que nos precedieron, y es posible que ni aun las generaciones venideras lleguen a contemplar un momento tan formidable como el que está viviendo el pueblo de Cuba en estos instantes.  Es posible que nunca más se vuelvan a producir estas manifestaciones de entusiasmo y de fe; nunca antes, y es posible que nunca después se vuelvan a producir en nuestra patria concentraciones tan gigantescas de pueblo.  Esto se debe a una razón:  a que el pueblo de Cuba está librando una batalla extraordinaria por su porvenir, y por primera vez en nuestra historia el pueblo se siente dueño de sus propios destinos; por primera vez en nuestra historia, el pueblo está viendo realizar aquellas cosas por las cuales ha estado clamando puede decirse que desde hace más de un siglo, y como el pueblo está consciente de esa batalla, del minuto que está viviendo, es por eso que se moviliza.

Ninguna fuerza es capaz de movilizar a los pueblos como el ideal.  Cuando los ideales revolucionarios se hayan realizado y no sea necesario vivir en pie de lucha, cuando el pueblo de Cuba vea satisfechas sus aspiraciones, entonces ya no serán necesarias estas manifestaciones que estamos viendo hoy, porque estas manifestaciones se producen al estar el pueblo en pie de lucha librando la batalla de su destino histórico, de su porvenir económico, de su justicia social, que en este momento se simboliza en la batalla de la reforma agraria (APLAUSOS).

El campesino, ¿qué era hasta hoy?

(…) Desde ahora en adelante, un campesino será una persona.  Desde ahora en adelante el campesino tendrá el respeto y la consideración de todo el mundo; desde ahora en adelante el campesino, cuando vaya a la ciudad, no tendrá que sentirse avergonzado ni apenado, sino que cuando llegue a la ciudad, todo el mundo lo tratará como lo que es, como lo que vale (APLAUSOS), como el hombre bueno, el hombre noble, el hombre trabajador, el hermano y el defensor más decidido y entusiasta de esta Revolución.

Cuando el campesino, ahora, venga a Santa Clara y vaya a La Habana, nadie se reirá de él, nadie hará chistes a costa de los campesinos, porque el campesino es ahora un héroe, al campesino todo el mundo lo quiere y al campesino todo el mundo lo trata con respeto (APLAUSOS).  Cuando el campesino venga ahora a la ciudad, nadie se pondrá a ver cómo camina, nadie se pondrá a ver cómo come, si coge mal el cuchillo; nadie se pondrá a ver qué compra ni de qué color es el vestido que lleva su mujer, lleva su hermana o llevan sus familiares más allegados, porque el campesino viene ahora, compra lo que quiere y como quiere sin que nadie se tenga que meter en todas esas cosas (APLAUSOS).  ¿Por qué?  Porque ya ese sentimiento de hostilidad al campesino, ese sentimiento que habían creado los latifundistas, esa timidez que había en el campesino que siempre estaba maltratado por el guardia rural, por el latifundista, por el politiquero, por el chivato, por el bolitero y por el explotador en todas partes (APLAUSOS)…  eso se acabó ya y el campesino ahora viene a la ciudad y todo el mundo lo recibe, y para demostrar que los campesinos han conquistado la ciudad, el 26 de Julio todos los hogares de La Habana les abrirán sus puertas a los campesinos (APLAUSOS).  Así que eso significa la reforma agraria.

En el futuro ningún hijo de campesino se quedará bruto, como se dice vulgarmente; ningún hijo de campesino se quedará sin aprender a leer ni a escribir.  Y los campesinos que no hayan tenido oportunidad de aprender a leer y a escribir, tendrán oportunidad ahora, si quieren, de aprender también a leer y a escribir (APLAUSOS).

El campesino, ¿qué era hasta hoy?  ¿Por quién votaban los campesinos cuando venían las elecciones?  ¿Quiénes salían electos el día de las elecciones?  ¿Quiénes?  Los latifundistas.  Los latifundistas eran los que salían electos.  ¿Por qué?  Porque venían con su dinero, venían con sus sargentos políticos y hacían la política a base de dinero.  Compraban actas.  Como el campesino no tenía quien lo ayudara, ellos se pasaban el tiempo haciendo pequeños favores, a algunos de ellos les conseguían el ingreso en un hospital; otra vez les conseguían una medicina; otra vez les daban un abrazo nada más.  Y llegaban los políticos por aquí en época de elecciones, nada más le ponían la mano arriba a todo el mundo y repartían dinero, reunían a todos, sobre todo aquellas personas que tenían muchos compadres y los convertían en sargentos políticos y engañaban al pueblo.  Eso es cierto.

Aquí el pueblo estaba engañado, señores.  ¿Es o no cierto que esa gente le tenían tomado el pelo aquí a todo el mundo?  ¿Y que los campesinos no tenían oportunidad de defender?  Aquí el campesino no tenía oportunidad de luchar por la reforma agraria, de luchar por la tierra, porque ellos eran los que tenían el dinero, eran los que tenían propaganda, eran los que tenían el poder.  Cuando querían botar a un campesino, mandaban a la pareja de la guardia rural y lo botaban.  Si los campesinos se reunían para protestar, mandaban a la guardia rural a caballo y les entraban a planazos a los que protestaban aquí (APLAUSOS).

Mientras la guardia rural, los politiqueros, los boliteros, los latifundistas, los garroteros y los especuladores tenían acabados a los campesinos, ¿dónde vivían los campesinos?  En esas casas de guano, los hijos sin escuelas, sin zapatos, sin ropa, sin medicinas, y, ¿qué porvenir tenían los hijos de las familias campesinas?  ¿Qué porvenir tenían?  Los trabajos, ¿cómo se hacían?  Se hacían a destajo y el jornal mínimo se convertía en seis o siete reales.  ¿Y qué podían hacer?  Nada, absolutamente nada.

La Revolución para el campesinado

Estoy explicando estas cosas para que se vea lo que significa la Revolución para el campesinado, para que no vengan los reaccionarios y contrarrevolucionarios a confundir al pueblo.

(…) Así que viene la Revolución, encuentra al campesino sin tierra, trabajando tres meses, pasando hambre, sin escuelas, sin hospitales; viene la Revolución y organiza una cooperativa, un pueblo, organiza un dispensario, les hace casas, les hace centros deportivos, casas buenas, tan buenas como puede tenerla hoy el dueño de cualquier finca.

Los campesinos trabajando tres, cuatro, diez años para reunir unas cuantas cositas, una máquina de moler maíz y café, una cama para los hijos, donde dormían tres o cuatro, un armario, un poco de ropa, algunos zapatos, unos cuantos vestidos de la mujer, y venían estos criminales y sin que el campesino hubiera hecho nada, nada más que porque era campesino y por vivir allí, venía un criminal de esos y le pegaba un fósforo a la casa de guano y en 15 minutos se consumía en llamas y se convertía en cenizas aquello que había costado muchos años levantar (APLAUSOS).

Y cuando eso pasaba, los latifundistas no hacían mítines para protestar; cuando eso pasaba los latifundistas no hacían campañas para protestar, se callaban, porque eran amigos del coronel, del general, del senador, del alcalde, de los ministros (APLAUSOS).  No hacían campañas, no; entonces se callaban la boca.  ¿Por qué cuando estaban sufriendo los campesinos no protestaban y hacían declaraciones en favor de la dictadura?  Cuando les quemaban la casa a los campesinos no protestaban, se callaban; no les importaban esos crímenes inhumanos, aquellos abusos, aquellos atropellos.  Pero cuando la Revolución viene a hacerles casas a los campesinos, a hacerles escuelas, a hacerles hospitales a los campesinos, a darles tractores y a darles tierra a los campesinos, entonces sí protestaban, entonces sí hacen campañas (APLAUSOS) entonces, sí vienen a decir sus mentiras; cuando viene la Revolución a darle al campesino casas, escuelas, tierras, medicinas, de todo, dicen que van a trabajar para el Estado.

(…) Así que, ¿qué le hacían antes al campesino?  Ahí estaba el guardia rural dando plan de machete, él no respetaba ni al campesino ni a su familia, llegaba a la casa, escarranchaba el taburete contra un horcón, se sentaba allí, y creía que era el dueño de la vida y hacienda allí.  Cuando venían las Navidades, ¿qué hacía el guardia rural?  ¿Qué iba a buscar el guardia rural en las Navidades al campo? (EXCLAMACIONES.)  Iba a buscar el puerco.  Cuando llegaba el 4 de septiembre, ¿qué iba a buscar el guardia rural al campo?  Las gallinas; y el 10 de marzo, ¿qué iba a buscar el guardia rural allí?  El lechoncito, el guanajito, las gallinitas.  Y cuando no iba a buscar nada de eso, ¿a qué iba? (EXCLAMACIONES), y cuando no iba a buscar el puerco ni a darle plan de machete, ¿a qué iba?  A faltarle el respeto a las hijas y a la esposa del campesino.  Eso es lo que hacían.  No quiero pronunciar la palabra aquí, porque se ponían allí, se afeitaban, se ponían el revolvón y el machetón, almidonaban el traje, se ponían las botas y como no tenían que trabajar, pues iban allí…  y el guardia rural por lo general, porque había algunos buenos, algunos allí vivían por sus respetos, recibían un sueldo de los latifundistas y estaban vendidos a los latifundistas.

Vino la Revolución, se acabaron los desalojos, acabó con el abuso, con la falta de respeto, va a acabar con el latifundio, le va a dar tierras, escuelas, hospitales, casa, carreteras, a redimir al guajiro que ya no es más víctima del politiquero, del garrotero, del bolitero; se acabó el dado, se acabó el monte y dado, se acabó la bolita, se acabaron los terminales, las rifas, y todo eso que tenían que daban al sargento, al teniente y al capitán una parte, y al alcalde la otra, y al otro la otra.  ¿Y quién perdía?  El guajiro.  Y cuando se vendían los billetes, ¿quién perdía?  El guajiro.  Y cuando se venden hoy los bonos, ¿quién gana?  El guajiro.  Si tienen paciencia, si guarda su bono, al cabo de cinco años le dan el dinero con sus intereses y al cabo de 10 años por cada peso le dan 1,25.  Antes si no ganaba el premio, lo perdía todo.  Y hoy nosotros, como se tiene el vicio de comprar y eso no se puede quitar en un día, porque todo el mundo se enferma, hay quien se enferma si no gasta algo en juego, ese vicio no se va a quitar de la noche a la mañana, hoy les decimos, bueno, si tienes que comprarlo, ahora te devolvemos la plata aunque no quieras.  Ese dinero se le va a devolver de todas maneras con un interés.  No solo se le devuelve, sino que se le devuelve con un interés.  ¿Cuándo nos íbamos a imaginar esto en Cuba?  En que el billete que antes se botaba, hoy sea un bono por el que le devuelven el dinero con interés al que no se ganó nada.  Hay quienes han querido que se cambie el plan y sea como antes.  Pues no, no debe ser como antes.  Que levanten las manos los que quieren que el plan siga como hasta ahora (Todos levantan la mano).  Es que algunos que antes se dedicaban al juego, a explotar el juego, quieren que lo pongamos como antes, para sacar la rifa; hay que eliminar la bolita, porque eso no puede ser.

Así que vino la Revolución, redime al guajiro del plan de machete, lo redime del abuso, lo redime del juego, de la explotación, le va a hacer casas, escuelas, le va a dar la tierra, le va a dar un porvenir para él y para sus hijos, convierte al campesino en uno de los sectores más queridos del país, redime al campesino que puede andar con la frente alta, sin miedo a nada ni a nadie, eso es lo que ha hecho la Revolución (APLAUSOS).  Ha unido los intereses de los campesinos a los obreros, ha unido a los trabajadores, al estudiante, a la clase media, con el campesino, en un gran esfuerzo patriótico nacional.  Eso es lo que ha hecho la Revolución.  ¿Qué les hizo a los criminales de guerra?  ¿Qué se les hizo aquí a los criminales de guerra?  Se les fusiló o se les metió en la cárcel.  ¿Qué se hizo aquí con el abusador?  ¿Qué se hacía antes con el abusador, qué pasaba antes con el abusador?  Nada.  ¿Cuándo fue un abusador a la cárcel?  Nunca fue.  ¿Qué pasó ahora?  El abusador fue a la cárcel, el criminal fue al paredón de fusilamiento.  Eso fue lo que hizo la Revolución (APLAUSOS).  ¿Qué pasaba antes con el dinero público, con el dinero de la Tesorería? Se lo robaban.  ¿Qué pasa hoy con el dinero del pueblo, con el dinero público?  Se invierte, se invierte en caminos, se invierte en carreteras, se invierte en escuelas, se invierte en hospitales, se invierte en calles, se invierte en playas públicas, se invierte en acueductos, se invierte en alcantarillados, en filtros, en fin, se invierte en la Ciénaga de Zapata para desecarla.  No hemos hecho más porque no hay más, no hay más recursos ni más tiempo, pero aquí todos los ministros trabajan.  Los ministros no vienen hoy con sombreros de jipi-japa, ni con dril cien, vienen con guayaberas de rayas, porque los ministros ganan ahora menos de lo que ganaban antes, el ministro gana un sueldecito…  Eso es lo que hace la Revolución.  Acabó con el abuso, acabó con el latifundio, acabó con el juego, acabó con los vicios, acabó con todos los garroteros, acabó con los alquileres altos, acabó con los precios altos en la medicina; en el comercio, rebajó las tarifas eléctricas en el interior de la república, y tiene por delante todavía un plan; está repartiendo equipos de deportes en todos los campos.  Ha repartido en cinco meses más guantes de pelota, más guantes de boxeo y más equipos de lo que se había repartido antes en 50 años.  Ustedes lo saben.  Eso es lo que ha hecho.

Vamos a poner 5 000 escuelas nuevas, le hemos aumentado el sueldo a los maestros, estamos aumentando el sueldo paulatinamente a todos los sectores.  Eso es lo que ha hecho la Revolución y, sin embargo, ¿qué quieren los criminales de guerra?  ¿Qué quieren los contrarrevolucionarios?

Bueno, ¿y por qué tiran cohetes si ya se acabaron los mítines politiqueros aquellos?  ¿Para qué tanta bulla con los cohetes esos?  La gente está viviendo en los tiempos de atrás, se cree que estos son los cubanos de antes.  No hay que hacer bullas.  ¿Que más demostración que esta, que más fuerza que esta, que más bulla que esta, señores   (APLAUSOS.)  Pues que suelten esos cohetes, la pólvora vamos a guardarla por si hay que pelear y el dinero vamos a donarlo para la reforma agraria.  Vamos a guardar la pólvora aquí, y la mecha y la dinamita, para hacer granadas, cocteles molotov, minas y hacer todo lo que haya que hacer si hay que pelear otra vez por la Revolución.  Ahora lo que hace falta es pueblo aquí y después lo que hace falta es lo que sea necesario.  Así que yo le voy a pedir a esos compañeros fraternalmente, que no tiren más cohetes, que guarden la pólvora para la guerra si es necesario y el dinero para la reforma agraria (APLAUSOS).  Si compramos y en voladores, tendríamos para producir tomates para darles a todos los que están aquí reunidos.  Estamos en tiempos nuevos, estos actos no se parecen en nada a los de atrás, aquí viene la gente como a un acto de masas, con una bandera cubana, con un caballo, con un sombrero mambí, con una bandera en la frente, con un entusiasmo patriótico; nadie les paga, viene todo el mundo solo; estos son actos revolucionarios, la politiquería quedó más atrás.  Esto es el pueblo (APLAUSOS).  Porque solamente una gran causa y solamente un gran ideal es capaz de reunir al pueblo así.  Así que, para la próxima vez que realicemos un mitin, cero cohetes.  ¿Voladores, para qué? (APLAUSOS.)  ¿Qué quieren hacer nuestros enemigos con esta Revolución, que recupera la tierra que estaba en manos extranjeras, que va a recuperar para los cubanos más de 50 000 caballerías que estaban en manos de compañías extranjeras, qué es lo que quieren hacer?  Lo que quieren es derrotarla, es aplastarla.  ¿Y por qué quieren aplastarla?  Para volver a lo de antes (APLAUSOS).

El pueblo de Cuba no volverá a temblar jamás

(…) ¿qué pasaría aquí si los criminales de guerra vuelven?  ¿Qué pasaría aquí —yo no diría que Olayón pueda volver, que Casillas pueda volver, que los que han sido castigados puedan volver, pero los prófugos quieren volver, asociados a Trujillo y al dictador, quieren volver aquí— si esa gente vuelve, quién se deja detener por esa gente, quién pudiera vivir aquí, el guajiro que tuviera su casa y su tierra, si esa gente volviera aquí, si Trujillo junto a los criminales de guerra y los contrarrevolucionarios pudieran volver aquí? ¿Qué es preferible mil veces antes que permitir que esos criminales vengan aquí?  ¿Quién quiere vivir aquí si los criminales de guerra volvieran a venir aquí? (APLAUSOS.)  ¿Quién se resignaría aquí a volver al pasado?  Y vivir como en aquellos tiempos en que no se podía salir de noche, en que detenían a cualquier campesino en cualquier encrucijada del camino y lo asesinaban, en aquel tiempo de terror y de miedo, en que temblaban las esposas y los hijos ante la presencia de las fuerzas de la tiranía.  ¿Quién se resignaría a vivir otra vez en aquella época?

Y cómo es posible que pudieran volver frente a este pueblo decidido a pelear, porque si antes era una parte ahora es todo el mundo…  (APLAUSOS).  Si muchos no tuvieron la oportunidad de pelear antes, ahora sí tiene oportunidad de pelear todo el mundo…  (APLAUSOS).

Este Gobierno Revolucionario no se lo pueden arrebatar nunca más al pueblo de Cuba, esta libertad de que goza nuestro pueblo no se la dejará volver a arrebatar jamás, estos ideales y estos sueños y estas realidades no podrán arrebatárselas jamás al pueblo de Cuba.  A nuestros campesinos no podrán volver jamás a quemarles sus casas, a quitarles sus tierras; a los hijos de las familias cubanas no podrá nadie volver jamás a torturarlos y asesinarlos; nadie podrá hacer temblar bajo sus botas opresoras y criminales a los cubanos; los cubanos de ahora en adelante vivirán sin temor, vivirán sin miedo, nunca más nuestro pueblo volverá a tener miedo; miedo tendrán aquí los contrarrevolucionarios, miedo tendrán aquí los enemigos del pueblo; sus razones tendrán sobre todo para temblar, porque el pueblo de Cuba sostendrá su Revolución hasta la muerte, sostendrá su Revolución al costo que sea necesario y el pueblo de Cuba adoptará las medidas que sean necesarias para defender su Revolución.  Tiemblen sí, los enemigos del pueblo, tiemblen sí, los contrarrevolucionarios, tiemblen sí, los criminales de guerra, porque esos jamás podrán volver a enseñorearse en nuestra patria…  (APLAUSOS).  Tiemblen ellos, porque el pueblo de Cuba no volverá a temblar jamás, el pueblo de Cuba no volverá a tener miedo ante nada ni ante nadie, ni ante las bombas, ni ante los criminales, ni ante las armas que puedan usar contra nuestro pueblo, y nuestro pueblo marchará sin temblar y sin miedo a los sacrificios que sean necesarios.  Esta demostración de hoy, los actos que se están dando en toda la isla y los actos que se van a dar, la concentración del 26 de Julio en la capital de la república, demostrará la fuerza de la Revolución.  Y los enemigos del pueblo, vuelvan, traten de volver si pueden.  Traten de quitar, si pueden, las tierras de nuestra patria, que aquí tienen en frente a todo el pueblo, dispuesto a morir (APLAUSOS).

(…) Lo que quiero decir es que el pueblo no teme ninguna agresión.  El pueblo está listo, preparado aquí con moral, para todas las contingencias y estamos preparando el Ejército Rebelde, organizándolo y haciéndolo cada día más eficiente, para cuando los enemigos vengan, si es que se deciden a venir.  Sabemos que no hay revolución sin contrarrevolución.  Sabemos que los enemigos de la Revolución tienen muchos intereses, tienen muchos millones.

(…) Y puesto que esta es una lucha a muerte, puesto que la lucha entre la Revolución y los enemigos de la Revolución no admite términos medios, puesto que esta lucha solo puede concluir con la muerte de la Revolución o la destrucción de los enemigos de la Revolución, el pueblo está muy consciente de la naturaleza de esta lucha donde su destino se está jugando y el pueblo no quiere volver al pasado (APLAUSOS).  El pueblo no quiere dar ni está dispuesto a dar un paso atrás, el pueblo acepta el reto de sus enemigos y reafirma su decisión de vencer o morir.  El pueblo de Cuba, como en aquella frase, puede repetir:  Si morimos, qué es la vida, por perdida ya la dimos cuando el yugo del esclavo como bravos sacudimos.  Si morimos, qué es la vida si por perdida ya la dimos todos nosotros, si por librarnos de la opresión estuvimos dispuestos a arriesgarla, por defender la libertad estaremos dispuestos a entregarla (EXCLAMACIONES DE:  “¡No!”).

De una cosa pueden estar seguros los enemigos de esta Revolución, los criminales de guerra y es que aquí jamás volverán a gobernar, que aquí jamás volverán a pisotear a nuestro pueblo y, si volvieran, no sería para gobernar, no sería para oprimir; sería para pagar las deudas que tienen pendientes, para recibir el castigo que merecen (APLAUSOS).

Hoy, después de esta concentración, creo más en el pueblo todavía, tengo todavía más fe en el pueblo (APLAUSOS), tengo todavía más seguridad en el destino glorioso e inmortal de nuestra patria, en el porvenir risueño y feliz de nuestro pueblo; hoy, después de este acto que rompe todos los récords de entusiasmo; hoy, después de esta presencia física; hoy, después de ver estos hombres y estas mujeres que han estado de pie todo el día, cuyo entusiasmo no desfallece, cuyo espíritu patriótico y cuya conciencia revolucionaria crece día a día, me siento más orgulloso de este pueblo (APLAUSOS) y creo más firmemente que por este pueblo nuestro, donde cada ciudadano ha dejado de ser uno para convertirse en todo por la patria, en que los hombres han dejado de existir como individuos, para existir como nación y como pueblo; en presencia de este entusiasmo, de este espíritu patriótico, de esta entereza, de este vibrar de corazones, creo más firmemente en el destino de Cuba, creo más firmemente en la victoria final, es más grande nuestro orgullo, que siente la más profunda sensación de que por un pueblo como este valen la pena todos los sacrificios (APLAUSOS); que por un pueblo como este, valen la pena todos los sacrificios del mundo; que por un pueblo como este, vale la pena morir una y mil veces.

No solamente nuestra tierra es más fértil, lo es también el corazón de nuestro pueblo, donde la semilla sembrada fructifica; porque antes que la reforma agraria y que toda las reformas, se ha producido en el corazón y la conciencia de nuestro pueblo la más hermosa y extraordinaria reforma (APLAUSOS).

Todas las reformas serán posibles, porque se ha reformado la conciencia de nuestro pueblo y frente a los actos raquíticos de los latifundistas y los enemigos de la Revolución, nuestra respuesta es esta gigantesca muchedumbre y lo mismo que aparecieron las fotografías de los grupitos que reunieron para combatir la reforma agraria, sáquense y publíquense ante el mundo las fotografías de este imponente y gigantesco acto de nuestro pueblo (APLAUSOS).

Los latifundistas dijeron su palabra y pudieron decirla porque hay libertades, pero el pueblo tenía derecho también a decir su palabra y la ha dicho hoy de manera elocuente y definitiva.  De la misma manera en que los enemigos de la Revolución y de la reforma agraria dijeron que no estaban de acuerdo con ella, el pueblo ha dicho hoy la última palabra (APLAUSOS).

Lo bueno que tiene este acto es que han transcurrido cinco meses y medio y los que están aquí, están de verdad con la Revolución (APLAUSOS).  Que los que están aquí, están muy definidos, porque se han reunido después de la Ley de Alquileres, de la Ley de los Solares, de la Ley de la Reforma Agraria y de todas las leyes revolucionarias (APLAUSOS).  En los que están aquí se puede confiar.

Y esta concentración no es más que el preludio de la gigantesca concentración del 26 de Julio, donde se reunirá medio millón de campesinos (APLAUSOS) y se juntará con otro medio millón de obreros, de estudiantes, de profesionales y de pueblo de Cuba.  Medio millón de campesinos el 26 de Julio en la capital de la república, para demostrar la fuerza de nuestro pueblo.  Medio millón de campesinos en fila compacta, con machetes, con sombrero de yarey y con la bandera cubana en la frente, como la llevaban nuestros mambises (APLAUSOS).

(…) Que no se toque esa fibra patriótica del cubano; que no se hiera el sentimiento patriótico del cubano, porque entonces, en vez del 90%, estará el 99,5% absolutamente a favor, porque aquí nadie quiere volver al pasado; porque aquí nadie quiere volver a la época de miseria y de crimen; porque aquí nadie quiere volver a aquellos tiempos sin esperanza, del pasado.  El pueblo de Cuba, si le tocan la fibra patriótica, si le tocan la sensibilidad patriótica, responderá como un solo hombre, dispuesto a los sacrificios que sean necesarios, porque no en balde en nuestro himno se dice que:  “En cadenas vivir, es vivir en oprobios y afrentas sumidos.”

(OVACION)

VERSION TAQUIGRAFICA DE LAS OFICINAS DEL PRIMER MINISTRO

Tomado de Cubadebate

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